El regreso de las subastas eléctricas bajo un modelo de regionalización sería una medida acertada, ya que permitiría atender el crecimiento de la demanda en zonas específicas, mientras que con su cancelación México dejaría de percibir un monto de inversión acumulada de 8.2 mil millones de dólares al 2024.

De acuerdo con el consultor Víctor Ramírez, la regionalización ayudaría a cumplir con la demanda de energía en ciertas partes y es positivo, ya que las subastas no se hacen por costos solamente sino también por demanda de cierta región.

Precisó que los privados podrían incitar subastas de energía de largo plazo si lo solicitan al Cenace, de por lo menos 500 megawatts de demanda, porque si no, tendría que solicitar una opinión favorable a la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

Entre las áreas de oportunidad, Víctor Ramírez comentó que los requisitos de precalificación permiten que proyectos en etapas muy tempranas de desarrollo puedan participar y ser adjudicados, pero pueden generar demoras en entrada de operación comercial por retraso en otorgamiento de recursos

Además, es necesario concretar la cámara de compensación, y una regionalización más estricta, satisfacción de demanda horaria e inducir tecnología de forma indirecta y abierta.

En el marco del taller “Entendiendo el sector eléctrico” organizado por la Plataforma México Clima y Energía, el especialista opinó que no tiene mucho sentido tener nuevas líneas de transmisión si se realizan subastas locales, ya que se consumiría en el lugar de producción de la electricidad.

Entre las implicaciones de cancelar las subastas hacia el futuro, expuso que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tendría un déficit de 46 millones de Certificados de Energía Limpia (CELs) para el periodo 2021-2024 y una penalización aproximada de cuatro mil 313 pesos por certificado incumplido.

Además de la inviabilidad para el cumplimiento de la meta de generación de energías limpias y de reducción de emisiones; también se estima que se dejaría de percibir un monto de inversión acumulada de 8.2 mil millones de dólares al 2024.

Mientras que el impacto en el PIB nacional sería de 11 mil millones de dólares, equivalente a 1.0 por ciento; en materia de empleos, se dejan de generar aproximadamente 54 mil empleos directos e indirectos.

El representante de Iniciativa Climática de México (ICM), Daniel Chacón, dijo en su momento que si el gobierno tuviera los recursos para hacer las inversiones en energía renovables sería bienvenido, pero no es así y el país tiene necesidad de esa energía.

“Hacer una regionalización por las necesidades de cada zona sería muy acertado… pero en este caso hacerlas en las regiones de mayor prioridad sería sensacional; yo creo que la península de Yucatán sería uno de los primeros lugares”.

Y es que, indicó, las energías renovables son mucho más baratas que las tradicionales, en el caso de gas una planta de ciclo combinado anda en 50 dólares en megawatt-hora, uno solar o eólica en la reciente subasta fue de 20 megawatt-hora.

“Lo que necesitamos urgentemente son inversiones en energías renovables, sea a través del mecanismo que sea, pero con certeza, ya lo traíamos, estas declaraciones de reanudar las subastas obedece a que se están dando cuenta de la necesidad que existe y los beneficios de las energías renovables”, señaló.

Con información de NOTIMEX