China entre la luz y la sombra para la economía mundial en 2020

China se encuentra en un dilema entre estabilizar su proceso de desaceleración económica y modificar su estructura económica y política generada desde hace muchas décadas.

Hace algunos años, el Gobierno decidió modificar su política económica a través de pasar de una economía dirigida a la maquila y exportación, hacia una economía de consumo interno con la idea de tener, como en el caso de Estados Unidos, una mayor dependencia propia en el crecimiento económico. Le ha llevado tiempo y un costo de pasar de crecimientos de dos dígitos a tasas del 6.0% anual, la más lenta desde 1992.

Hoy se encuentra en franca disputa comercial con Estados Unidos, imponiendo cada uno, aranceles sobre su intercambio comercial. Hoy en día, China se ha visto más perjudicada en cuanto a la velocidad de su desaceleración económica. Sin embargo, no significa necesariamente que tenga que ceder ampliamente sobre dicho conflicto.

El Acuerdo parcial Fase 1 implicó hasta el momento, que Estados Unidos suspendiera los nuevos aranceles que tenía programados de 250 mil millones de dólares pasando productos de 25 al 30%; China se comprometió a mayores compras de productos agrícolas estimada entre 40 y 50 mil millones de dólares entre otras cosas. Se estima que la firma se pueda dar dentro del presente mes y con ello iniciar la Fase 2 que incluiría aspectos de transferencia tecnológica, propiedad intelectual, apoyos operativos y fiscales a empresas chinas, entre otras cosas, situación que vemos muy complicada para su avance “real”. China quiere ganar tiempo para las elecciones de 2020 en Estados Unidos y Trump quiere llegar sin una mayor presión sobre su economía.

Hemos visto a lo largo de este año que las exportaciones de China a Estados Unidos se han reducido en cerca de 20% y de Estados Unidos a China en 13%.

El FMI por ejemplo, estima que la actividad mundial en 2019 se verá perjudicada a un crecimiento de 3.0% anual y ve posible mejora hacia 2020 al 3.4% con Estados Unidos estabilizándose en su crecimiento promedio de los últimos 20 años en 2.1% anual.

Sin embargo, estima que China crecerá 5.8% anual el próximo año, enfrentando menores tasas de crecimiento en la región asiática.

Mientras siga el enfrentamiento comercial y la posición radical de los Estados Unidos hacia el proteccionismo, el enfriamiento económico global seguirá vigente. Un ejemplo claro es lo que sucede con Alemania, en donde el Bundesbank, su Banco Central, estimó ya la recesión técnica con tasas de crecimiento negativas en el 2do y 3er trimestre de este año.

Así, crecimientos menores a 6.0% en la economía de China tendrán efectos negativos en Asia y Europa principalmente, aunque podría afectar a algunos países emergentes de intercambio comercial importante con China. El alcance de acuerdos parciales entre China y Estados Unidos ayudará a no “empeorar” las condiciones globales. Sin embargo, la actividad económica estará presionada.

Al final, también habrá que seguir eventos como el Brexit, las elecciones 2020 en Estados Unidos, el riesgo de juicio político a Trump y el proteccionismo comercial global.

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