Gran mayoría de emisiones de CO2 no están gravadas, lamenta OCDE

Aunque los sistemas de impuestos energéticos bien diseñados alientan a los ciudadanos e inversores a favorecer las fuentes de energía limpias sobre los contaminantes, en la actualidad solo menos del 20 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) tienen algún tipo de gravamen.

En un informe “Taxing Energy Use 2019” publicado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) reveló que 70 por ciento de las emisiones contaminantes relacionadas con la energía no están gravadas.

Precisó que además de las que generan los combustibles utilizados en el transporte por carretera, solo un 18 por ciento de las emisiones tiene impuestos, aunque a tres por ciento de ellas se les aplica un gravamen de unos 33 dólares por tonelada de CO2.

Esa cantidad es únicamente un referente mínimo para compensar el daño medioambiental, indicó la organización en su reporte, en el cual lamentó que no se apliquen los impuestos en favor de la lucha contra la contaminación atmosférica, que contribuiría a frenar el cambio climático.

De acuerdo con la OCDE, los impuestos especiales sobre el combustible y el carbono son herramientas simples y rentables que ayudarían a detener el peligroso calentamiento global y limitar el daño a la salud causado por la contaminación.

El informe presenta una instantánea de la situación de los países de la OCDE y del Grupo de los 20 (G-20) en la implementación de los impuestos a la energía y al carbono, realiza un seguimiento del progreso y hace recomendaciones viables sobre cómo los gobiernos podrían mejorar.

Señala que el consumo mundial de energía registró un fuerte aumento en el año 2018, al igual que las emisiones de CO2 relacionadas con la energía, que alcanzaron un nuevo máximo histórico, situación que la organización describió como “desconcertante”.

La OCDE aseveró que la actual aplicación de impuestos a las emisiones de CO2 resulta insuficiente para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, el cual firmado en 2016 establece medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Ese acuerdo pretende mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados (°C) con la reducción de las emisiones contaminantes, aumentando la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático y promoviendo la resiliencia al clima, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

“Cumplir los objetivos del Acuerdo de París requerirá profundos recortes en las emisiones”, estimó la OCDE.

Con información de NOTIMEX

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