Papa acusa escándalo financiero en El Vaticano

Corrupción, malversación de fondos y fraude giran en torno al Vaticano, en una investigación que realizaron los jefes de la Secretaría de Estado luego de las acusaciones hechas por el Papa Francisco, en las que se repartieron comisiones de un millón de dólares.

Tras la investigación que reveló el nuevo escándalo financiero en el Vaticano, existe nueva documentación confidencial de la investigación penal abierta por los fiscales del Papa sobre transacciones inmobiliarias en Londres, informó el diario italiano L´Espresso.

Esta es la queja del Auditor General del Papa, y las acusaciones llegaron del director del Instituto para las Obras de Religión (IOR), Gian Franco Mammì. Algunos informes confidenciales del acuerdo de 200 millones de dólares para la compra de un edificio de 17 mil metros cuadrados en Londres.

Las 16 páginas completas del decreto de búsqueda del Promotor de Justicia con el que se investigó a los empleados de la Secretaría de Estado involucra a Mauro Carlino, Tommaso Di Ruza, Vincenzo Mauriello, entre otros, situación que tiene pocos precedentes en la historia reciente de la sede católica.

Los promotores Gian Piero Milano y Alessandro Diddi consideran que han identificado “serias indicaciones de malversación de fondos, fraude, abuso de cargos y lavado de dinero” con respecto al comportamiento de los clérigos, mientras que en otro informe del Auditor Alessandro Cassinis se plantea la hipótesis de “delitos muy graves como corrupción y la incitación”.

Los negocios que terminaron en la mira de los investigadores se refieren además a la era de Angelo Becciu en la Secretaría de Estado, pero también a la del nuevo Sustituto de Asuntos Generales, el venezolano Edgar Robonson Peña Parra, leal del papa Francisco, nombrado hace apenas un año.

Negocios poco claros

Según los fiscales de la sede católica, los fondos extrapresupuestarios de San Pietro Obolo, que ascienden a unos 650 millones de euros (unos 723 millones de dólares), serían gestionados por la Secretaría de Estado para negocios no claros.

El Obolo di San Pietro, invierte en operaciones especulativas imprudentes. Con la ayuda también de Credit Suisse, “en cuyas sucursales suizas e italianas se paga alrededor del 77 por ciento de los activos administrados”, según la investigación.

Alrededor de “500 millones de euros” (más de 556 millones de dólares), informó la Oficina del Auditor General, y que en opinión de los magistrados, muestran “irregularidades evidentes”, además de abrir “escenarios inquietantes”.

La investigación hace referencia a la operación Falcon Oil, un intento de inversión de 250 millones de dólares por parte del Vaticano en una plataforma petrolera en la costa de Angola (Sonangol, una empresa paraestatal que supervisa la producción de petróleo y gas natural en Angola).

Los documentos de los magistrados del Vaticano señalan, incluso, que la Autoridad de Inteligencia Financiera (AIF) habría desempeñado “un papel poco claro” en el asunto. La AIF presidido por René Bruelhart habría “descuidado” las anomalías de la operación inmobiliaria.

L´Espresso destacó que hay evidencias no mencionadas por los magistrados. Lo que muestra cómo la AIF, una vez notificado por Peña Parra, avisa de inmediato a las autoridades británicas y luxemburguesas contra el lavado de dinero, bloqueando la operación.

Con información de NOTIMEX

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