Políticas alimentarias sostenibles para aliviar emergencia climática

Con el fin de mantener una dieta sostenida y evitar el desperdicio de comida para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en más de 60 por ciento, 14 ciudades del mundo se comprometieron este día a mejorar la salud de los ciudadanos y del planeta.

Las ciudades que firmaron la denominada “Declaración de C40 por una Comida Saludable en las Ciudades” fueron Barcelona (España), Copenhague (Dinamarca), Guadalajara (México), Lima (Perú), Londres (Reino Unido), Los Ángeles (Estados Unidos), Milán (Italia), Oslo (Noruega), París (Francia), Ciudad Quezón (Filipinas); Seúl (Corea del Sur), Estocolmo (Suecia), Tokio (Japón) y Toronto (Canadá).

Este compromiso se realizó durante la Cumbre Mundial de Alcaldes C40 en Copenhague, que es una red que une a 94 de las urbes más importantes de todo el mundo para implementar acciones climáticas y un futuro saludable y sostenible.

Con la Declaración, las partes se comprometen a tomar decisiones sobre la adquisición de alimentos tomando en cuenta la “dieta de salud planetaria” y, de ser posible, la agricultura orgánica.

De acuerdo con el documento también fomentarán un aumento generalizado del consumo de alimentos saludables de base vegetal y evitar dietas insostenibles y nocivas para la salud.

Además, reducir la pérdida y el desperdicio de comida en un 50 por ciento respecto a las cifras de 2015; así como colaborar con ciudadanía, empresas, instituciones públicas y otras organizaciones para desarrollar una estrategia conjunta para lograr los objetivos e incorporar esta estrategia al Plan de Acción Climática de la ciudad.

Datos oficiales señalaron que las 14 ciudades signatarias sirven 500 millones de comidas al día en colegios, hospitales y edificios públicos, por lo que la declaración beneficiará de forma directa a millones de personas y demostrará al mercado que hay una gran demanda de alimentos saludables, deliciosos y sostenibles.

Una investigación de Ciudades C40 publicada en junio pasado reveló que la comida es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero en las ciudades.

Por ello, mantener una dieta sostenible y evitar el desperdicio de comida podría reducir las emisiones de gas invernadero provocadas por la comida que se ingiere en más de un 60 por ciento.

Un estudio de la comisión EAT-Lancet, una plataforma global basada en la ciencia para la transformación del sistema alimentario, publicado en enero de este año reveló que, si se adopta en todo el mundo la “dieta de salud planetaria” reduciría las emisiones de forma dramática, proporcionaría una dieta equilibrada y nutritiva a 10 mil millones de personas y salvaría 11 millones de vidas al año.

“La emergencia climática es más urgente que nunca y nuestra respuesta debe estar a la altura del desafío que tenemos por delante”, declaró el alcalde de Milán, Giuseppe Sala.

“Debemos encontrar la manera de lograr cambios en todos y cada uno de los sectores, y la alimentación es uno de los activos culturales y económicos más importantes de las comunidades urbanas”, refirió.

“Enfrentarnos a las emisiones asociadas con el despilfarro de alimentos y las prácticas insostenibles en nuestros sistemas alimentarios supone una inmensa oportunidad para que las ciudades reduzcan aún más las emisiones y permitan a toda la ciudadanía tomar decisiones más sanas e informadas”, añadió.

La reunión en Copenhague del C40, creado en 2005, inició la víspera, concluye el próximo sábado y analizan medidas concretas para reducir las emisiones contaminantes.

Con información de NOTIMEX

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