¿Recesión o estancamiento? La importancia de reconocer el ciclo económico de México

El ajuste de cifras trimestrales del PIB, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que evidencia tres trimestres consecutivos en contracción, responde a la definición técnica internacional de una recesión técnica, concuerdan economistas de Goldman Sachs, Bank of America Merrill Lynch y la consultoría internacional Pantheon Macroeconomics.

Esto significa que la economía mexicana transitó ya por una recesión, y aún no hay datos suficientes para concluir si la recesión terminó en el tercer trimestre, coinciden desde Nueva York, el economista para América Latina de Goldman Sachs, Alberto Ramos y el economista en jefe para México y Canadá de BofA-MLynch, Carlos Capistrán.

“Los datos arrojados por las revisiones del PIB en su medición trimestral cumplen con la regla general comúnmente aceptada para una recesión económica, que es de dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo secuencial de la actividad real”, aseguró.

Para identificar si la recesión terminó en el tercer trimestre, necesitaríamos ver el dato del último tramo del año con cifras positivas, dijo Ramos.

Desde sus oficinas en Wall Street, el economista en jefe para México y Canadá de BofA-MLynch, Carlos Capistrán, aseveró que “México está oficialmente en recesión técnica desde el cuarto trimestre de 2018”. Una fase que no se puede concluir sea historia pasada.

Faltan ajustes al 3T

Desde Londres el economista Senior para América Latina en Pantheon Macroeconomics, Andrés Abadía, coincidió en que se trata de una recesión.

“Se trata de una revisión decepcionante a la baja desde la primera estimación, que subraya que la economía se ha mantenido bajo presión al iniciar la segunda mitad del año”, dijo.

La caída de 0.1% en el PIB anual de cada uno de los tres trimestres previos evidencia que la economía transitó por una recesión leve, refirió. 

La información divulgada por Inegi, con cero crecimiento en el tercer trimestre, respecto del cuarto previo, no arroja señales de que se ha detenido la caída, coinciden también el director de Estudios Económicos en el Think Lab Veracruzano, SAVER, Luis Pérez Lezama y el director del Instituto para el Desarrollo Económico y el Crecimiento Económico A.C. (IDIC), José Luis de la Cruz.

La misma información del Inegi arroja que en su comparativo anual, el desempeño del PIB al tercer trimestre fue negativo en 0.2 por ciento.

El especialista del IDIC, quien fue el primero que alertó desde junio pasado que el sector industrial se encontraba en una recesión, explica que el riesgo de no reconocer la fase del ciclo económico, deja consecuencias como la actual: la recesión industrial que pudo haberse encarado a tiempo con un plan de estímulo, terminó por profundizarse y trasminarse al sector servicios.

El catedrático e investigador de SAVER resalta que el ajuste a la baja en las estadísticas finales del PIB de los tres trimestres previos evidencia que hay espacio para esperar una nueva corrección a la baja en el dato divulgado por el Inegi.

Estancada

Sin embargo a la identificación de un ciclo recesivo en la actividad económica, hay matices en la definición.

El economista en jefe para América Latina de Credit Suisse, Alonso Cervera, explicó en conversación que desde su perspectiva no se trata de una recesión, pues la caída en la actividad no ha sido significativa ni generalizada. En su opinión, se trata de un estancamiento.

“Si nos ajustamos a la definición del Buró Nacional de Investigación Económica (NBER, por su sigla en inglés) no se trata de una recesión. Para el NBER, la recesión se da cuando hay una caída significativa y generalizada en la actividad económica que dura más de algunos meses y que normalmente es visible en el PIB real, ingreso real, empleo, producción industrial y ventas altas al menudeo y al mayoreo”.

En el caso de México precisó, “la caída en la actividad no ha sido significativa, no ha habido caída en empleo ni en ventas al menudeo. De hecho, el PIB de servicios, que representa aproximadamente 65% del PIB nacional, solamente se contrajo en un trimestre con respecto al inmediato anterior”.

Verbalizar al ciclo

El catedrático e investigador de SAVER explica que en este caso sí es muy importante tener con claridad una definición del ciclo, y un reconocimiento por parte de las autoridades económicas. Pues en la medida que se verbalice la situación por la que ha transitado la economía, se podría fortalecer la batería de medidas contracíclicas anunciadas por Hacienda en septiembre, refiere.

A diferencia de otros países del mundo, en México no hay un Comité Técnico como el citado NBER de Estados Unidos, que identifique la fase del ciclo económico de México ni sus puntos de giro. Desde el 13 de junio se instaló un grupo técnico de ocho especialistas que está armando un informe final sobre la posibilidad, si fuera el caso, de la creación, organización y elaboración de las reglas de operación que deberán regir al que podría ser el Comité de Fechado de los Ciclos de la Economía en México.

Mientras no se cuente con este Comité, no hay otra forma de definir la fase del ciclo económico que no esté en la referencia internacional, los supuestos de especialistas en economía o el reconocimiento de las autoridades económicas.

Con información de EL ECONOMISTA

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