Pese a las amenazas comerciales, deportaciones y restricciones migratorias impuestas por el gobierno de Donald Trump, el flujo de remesas enviadas por los mexicanos desde Estados Unidos ha mantenido este año un crecimiento constante, alcanzando el monto récord de 30 mil 67 millones de dólares en el acumulado a octubre. 

Con esto, México se ubica en el tercer lugar a escala mundial como su receptor, solo por detrás de India y China. 

El Banco Mundial reveló que durante 2019 India recibirá 82 mil 203 millones de dólares, China 70 mil millones y México 38 mil 655 millones de dólares; asimismo estimó que para el cierre de este año los flujos de remesas a los países de ingresos medianos o bajos alcanzará 551 mil millones de dólares, 4.7 por ciento más en comparación con 2018. 

De acuerdo con el Anuario de Remesas elaborado por BBVA México y el Consejo Nacional de Población (Conapo), la dependencia de remesas de México se estimó en 2.7 por ciento del PIB para 2018, lo que lo situó en su mayor nivel de dependencia.

Esto representa que tanto para México como para el resto de países para los que buena parte de su economía se supedita a dichos recursos, el dinero que envían los trabajadores a su país de origen está por rebasar el monto de Inversión Extranjera Directa (IED); de hecho, éstos ya superan a algunos sectores de la economía.

De enero a septiembre de este año los flujos registrados de IED fueron 3.4 por ciento menores a los de las remesas, toda vez que éstas fueron de 26 mil 941 millones de dólares, mientras que la IED alcanzó 26 mil 055 millones. 

Incluso también superaron a las divisas turísticas que ingresaron al país, pues de enero a octubre el Banco de México registró un monto de 20 mil 184 millones de dólares por dicho concepto; en ese periodo, las remesas superaron con 48.96 por ciento a los ingresos por turismo.

Los ingresos petroleros aún no son superados, pues en el lapso de referencia éstos fueron de 39 mil 647.6 millones de dólares, 31.8 por ciento más que las remesas. 

En contraste, el Banco Mundial y la Asociación Global de Conocimiento en Migración y Desarrollo indicaron que el crecimiento de los flujos de remesas a escala mundial se desaceleró a 4.7 por ciento en 2019, en comparación con el robusto 8.6 por ciento de 2018, como consecuencia del menor crecimiento económico en los países de origen, el precio del petróleo y las variaciones en los tipo de cambio. 

El Banco Mundial prevé que estos recursos alcancen 574 mil millones de dólares en 2020, y 597 mil millones en 2021, pero aclaró que hay riesgos a la baja en su crecimiento, siendo el principal riesgo el sentimiento antiinmigrante en los países de acogida, incluidos Estados Unidos, Europa, Rusia y Sudáfrica. 

Con información de MILENIO