Tres instituciones de la 4T se echan la bolita para no transparentar los jugosos contratos que Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), a cargo de Ignacio Ovalle, le asignó a la polémica y escandalosa empresa Jet Van Car Rental, de Cuauhtémoc Velázquez y Teresa López, por el arrendamiento de 700 camiones pesados. Segalmex, que surgió con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia, producto de la fusión entre Liconsa y Diconsa, podría ser considerada una de las instituciones más opacas, pues, simplemente, no existe en la Plataforma Nacional de Transparencia que obliga al gobierno a rendir cuentas.  

Resulta que hay una lluvia de solicitudes en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a cargo de Víctor Manuel Villalobos, además de Liconsa y Diconsa para que proporcionen los contratos, las fechas de entrega de las unidades y sus especificaciones técnicas derivadas de la licitación pública nacional electrónica LA-008JBP999-E36-2019, tras la cual Jet Van Car Rental ganó dos partidas para arrendar por cuatro años 100 tractocamiones y 600 camiones de carga. Los convenios son por mil 714 millones de pesos más IVA, es decir, un monto que representa el presupuesto de este año de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.  

Pero hay evasión. La Secretaría contesta que se le pregunte a Diconsa y Liconsa y éstas responden que no son competentes y que Segalmex no es sujeto obligado. Esto no se debería echar en saco roto, sobre todo si en el gobierno federal hay dudas de que la empresa cumpla en tiempo y forma con la entrega de las unidades porque tiene hasta el 17 de febrero de 2020 para ponerlas a disposición, pero se sabe que una gran cantidad la importará de China con la marca Foton Motor, con lo que ha tenido problemas.  

En la 4T se hizo un análisis y se dieron cuenta que no hay infraestructura suficiente en México para darle mantenimiento a estas unidades, lo que podría significar un foco rojo a nivel nacional, ya que Segalmex debe garantizar el abasto de productos básicos a precios competitivos para la población de alta y muy alta marginación. Las sospechas de los funcionarios se enfatizaron cuando la Auditoría Superior de la Federación dio a conocer que esta misma empresa le arrendó ambulancias con deficiencias al IMSS, de Zoé Robledo, pues algunas no tenían ni camillas móviles ni tarjetas de circulación.  

Además, fue proveedora favorita el gobierno de Felipe Calderón, pero superó sus ventas en la administración de Enrique Peña Nieto. Actualmente, se corona como la consentida de la 4T, pues sólo este año obtuvo 88 contratos, la mayoría por adjudicación directa, por un monto de 2 mil 719 millones de pesos. En total, de 2006 a 2019, a nivel federal, a Jet Van Car Rental se le dieron 857 contratos por 17 mil 136 millones de pesos. Para que se dé una idea de la magnitud de sus negocios, el monto de estos convenios es superior al presupuesto asignado este 2019 al Poder Legislativo.  

SAT sobre Tarjetazos  

El Servicio de Administración Tributaria y la Asociación de Bancos de México han pactado un acuerdo mediante el cual comenzarán a emitir facturas instantáneas a los clientes que utilicen tarjetas de débito y crédito; algo que no es nuevo, lo que se destaca en este convenio es una lupa muy grande sobre las operaciones efectuadas con los plásticos; así que si ya hay casos donde haya un gasto mayor al ingreso percibido, la autoridad podría cobrar un impuesto. Así como lo está leyendo, además de una investigación a fondo. Otro punto de lo que se echará mano es del poder que tiene el Servicio de Administración Tributaria, de solicitar a las instalaciones financieras un reporte a final de cada año, sobre la cantidad que se pagó en sus tarjetas de crédito a lo largo del año. Aquí pueden darse varios fenómenos: el incremento desmedido del efectivo y el desuso de los plásticos lo que sin duda terminará por golpear las ganancias de los bancos, siendo este un ingreso importante en sus ganancias.

Problemas con 737 MAX

Vaya problema en el que tiene metido Boeing a quienes adquirieron su 737 MAX. Ahora que anuncia que dejará de fabricarlo aún tiene la esperanza de ponerlo a volar nuevamente. El tema fundamental es las enormes pérdidas que ha dejado a quienes los tienen hoy parados. Todavía en noviembre una aerolínea de la que no se dijo su nombre se afirmó que había comprado 20 aviones 737 MAX por 2 mil 300 millones de dólares, a pesar de los delicados problemas.

De la que sí se sabe nombre es de la turca SunExpress que hizo un pedido de 10 aviones 737 MAX por un mil 200 millones de dólares a precio de catalógo. Esta noticia es un balde de agua fría para Andrés Conesa, CEO de AeroMéxico que muy emocionado dijo que en el primer vuelo de la aeronave en 2020 el estaría abordo, donde de por sí ya había resentido la falta de estos en sus resultados trimestrales, y que además ya esperaba más aviones de este modelo. La mexicana, y otras 48 compañías a nivel mundial han resentido la falta de este modelo que desde marzo de este año, tras los accidentes de Ethiopian Airlines y Lion Air, ha dejado casi 350 muertos.

Voz en Off

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