Durante el 2019 la actividad turística en México ya registró los efectos de la falta de promoción, inseguridad y sargazo, como principales factores, y a pesar de que los indicadores, en lo general, siguen mostrando signos positivos es claro que los crecimientos son menores, por lo que urge que gobierno y sector privado actúen coordinadamente en acciones de promoción para evitar una afectación mayor, consideró el presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones Turísticas (Fematur), Jorge Hernández.
“A la fecha se conocen los datos del PIB turístico de los dos primeros trimestres del 2019. El primero fue negativo (-8.0%) y el segundo creció (el 0.3%), por lo que es probable que al cierre del año se logre un ligero crecimiento (en el 2018 el incremento fue del 2.6%), porque el turismo ha tenido históricamente un mejor comportamiento que el PIB nacional, pero eso no quita los diversos obstáculos que se han tenido que enfrentar”, comentó.
El próximo 20 de febrero el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) difundirá el PIB turístico del tercer trimestre del 2019 y el 10 de febrero los resultados de la encuesta de viajeros internacionales de todo el año pasado, la cual incluye una metodología diferente a la que utilizaba el Banco de México y que ha mostrado signos positivos para el turismo, aún con la debilidad de llegadas aéreas internacionales.
“Los datos duros son lo que reflejan la situación del sector. Es necesario emprender campañas de promoción, de relaciones públicas, de información, porque además ya se habla de que en mayo viene otra oleada de sargazo que podría impactarnos otra vez, por eso es relevante las acciones que ha emprendido la Concanaco Servytur de crear un nuevo organismo de promoción con recursos de sus afiliados”, explicó el titular de Fematur.
¿Y el segmento chino?
El primero nubarrón que enfrenta el turismo de México es la alerta sanitaria por el coronavirus que se originó en China, país al que el secretario de Turismo, Miguel Torruco, visitó el año pasado y planeaba regresar por su relevancia por el alto gasto que generan sus turistas.
“Iniciamos la actividad mundial con problemas por la situación del virus. Si bien el chino es un mercado que no ha despegado del todo, el año pasado llegaron cerca de 150,000 viajeros, es momento de pensar de dónde se puede recuperar esa baja y centro y Sudamérica, particularmente Colombia, son la alternativa real donde hay que trabajar más intensamente”, agregó Jorge Hernández.
Con información de EL ECONOMISTA