¿Cuál es el impacto económico del paro del 9 de marzo?

Un estudio económico realizado por BBVA estimó que los costos económicos de #UnDíaSinMujeres ascenderían a cerca de 35,000 millones de pesos distribuidos en el valor de las actividades laborales en unidades económicas y en el valor de las actividades domésticas no remuneradas en las viviendas.

El paro convoca a las mujeres a que no asistan a sus lugares de trabajo o escuelas, que no realicen actividades en casa y que no realicen compras. Por lo que además de los costos en la actividad económica del país, también se contemplan costos por las tareas que desempeñan en casa y que, aunque no se les pagan, sí tienen un valor en el mercado.

En su informe comunicó que, considerando la población femenina que se manifiesta ocupada y la generación económica diaria de México se estima que diariamente las mujeres aportan 23,200 millones de pesos a lo que se sumarían 11,371 millones de pesos por las actividades no remuneradas como la limpieza del hogar o los cuidados a hijos o abuelos.

El análisis del banco también resaltó los sectores en los que más se tendrían efectos económicos por la alta relevancia de las mujeres en ellos. Suponiendo que todas las mujeres participaran en el paro nacional del 9 de marzo del 2020, los servicios de educación, salud y asistencia social encabezarían la lista debido a que la población femenina representa el 65% del personal ocupado total.

Otros sectores en donde más de la mitad de sus colaboradores son mujeres son los servicios turísticos, los servicios de esparcimiento, mantenimiento y limpieza y el comercio.

A escala regional, la Ciudad de México es la entidad que más sentiría en términos económicos el paro nacional. En la capital mexicana es donde se registra la mayor proporción de cotizantes mujeres en el sector privado, con 42% del total de trabajadores registrados en el IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social).

Baja California, Chihuahua y Morelos son otras entidades con una participación similar de las mujeres en el total de trabajadores formales (registrados ante el IMSS).

En el caso de trabajadoras formales en el sector público la entidad más afectada sería Querétaro, en donde más de la mitad de sus afiliados al ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado). Las mujeres representan el 63% del total de servidores públicos del estado.

Otras entidades con representación femenina superior al 60% del total de afiliados al ISSSTE son Puebla, Guanajuato, Nuevo León y Chihuahua.

El informe resaltó las desigualdades entre hombres y mujeres en la escala del trabajo. Además de la brecha salarial persistente reflejada en los ingresos que mostró que durante 2019 en promedio las mujeres ganaron 30% menos que los hombres en México, el estudio también enfatizó las desigualdades presentes en otra de las esferas del trabajo, el doméstico no pagado.

A escala nacional cerca del 70% de las actividades domésticas se componen de tres tareas fundamentales: cuidar a terceros, alimentación de los miembros del hogar y limpieza y mantenimiento de la vivienda. Estas tareas se encuentran desproporcionadamente recargadas en la población femenina.

Con información de EL ECONOMISTA

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.