El dilema por la propina de despachadores de gasolina

Los cambios fiscales pueden generar de forma indirecta un freno al uso de tarjetas en la compra de gasolina, advierten empresarios del ramo.

Detectan que algunas gasolineras se ven afectadas con la nueva metodología para cobrar que pide el Servicio de Administración Tributaria (SAT), ya que el voucher de tarjeta bancaria va ligado a los inventarios de las estaciones de servicio, y “no da margen para la propina del despachador”.

Esta situación se traduce en que un despachador servía al cliente 500 pesos y el dueño del automóvil le pedía hacer el recibo por 510 pesos, de los cuales 10 pesos correspondían a la propina.

El despachador liquidaba 510 y luego de un cliente que pagaba en efectivo, retiraba los 10 pesos correspondientes a su propina. Ahora este mecanismo ya no se puede llevar a cabo.

Las autoridades tributarias piden que el voucher coincida con el volumen de ventas de las estaciones de servicio y, en consecuencia, puede haber discrepancias.

Ante ello, señalan que muchos despachadores “están empezando a negar el servicio con tarjeta bancaria, ya sea de crédito o de débito”, porque se ven afectados en su propina.

El problema es que todavía no hay un mecanismo por parte del SAT que permita agregar la propina al pago bancario, como ocurre en los restaurantes.

Además, las constantes quejas de usuarios que pagan gasolina con plásticos bancarios sobre la clonación y pagos no autorizados inhiben el uso de tarjetas en estaciones de servicio.

Por temor, muchas veces el cliente prefiere pagar con efectivo, señalan. Incluso si durante el trayecto a la gasolinera el consumidor se percata de que no trae efectivo, prefiere pasar a un cajero automático para retirar antes que emplear su tarjeta bancaria.

Con información de EL UNIVERSAL

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