Koenigsegg Gemera

Christian von Koenigsegg es un personaje muy particular, puesto que nunca se le asocia con genios de la talla de Elon Musk o Steve Jobs, cuando estaba vivo. Sin embargo, el nivel de desarrollo que ha alcanzado con su empresa, fácilmente me atrevería a decir que supera lo visto en cualquier marca moderna. Para muchos de los que son de mi generación, nacidos en 1988, vimos como el estándar de la industria siempre lo puso Mercedes-Benz, mientras que las innovaciones venían o de Francia o de Japón. Pero con el correr del tiempo, nos dejamos de impactar. Ponerle más Hp a un auto ya no era llamativo y tampoco ver como se llenaban de pantallas. Hasta la Fórmula 1 se estandarizó.

Pero Von Koenigsegg probablemente es uno de los genios de la industria automotriz más potentes de la era actual, porque el Gemera es un auto que hace que un Bugatti Veyron se sienta poca cosa.

Primero tenemos que es un auto muy extraño, porque tiene la silueta de un deportivo muy al estilo de McLaren o Ferrari, pero con una cabina alargada que incluso podría parecer a lo lejos como un Photoshop. Pero es que esta cabina comprende cuatro asientos y como el habitáculo es técnicamente una celda de fibra de carbono, no necesita un pilar B, dando esta sensación de ser algo así como un biplaza estirado, con una gran superficie vidriada.

Y por lo mismo, lo segundo que puedes notar, es que no tiene puertas para las plazas traseras, porque estas son largas y se abren completamente hacia arriba, como en un Lamborghini, ofreciendo espacio suficiente para que puedas subirte en los asientos de atrás.

Claro que esto es solo un atributo de diseño. Porque lo que va a hacer que te agarres la cabeza es su tren motriz, el que consiste en un pequeño motor a combustión y tres motores eléctricos. 

Comenzando con el motor a combustión, Koenigsegg lo ha bautizado como “Tiny Friendly Giant” o TFG (Pequeño y amistoso gigante). Y este motor es un tricilíndrico de dos litros con doble turbocargador, el cual puede funcionar con etanol de segunda generación, metanol ecológico (carbono neutral) o E85. Y en el peor de los casos, gasolina regular. Con los dos primeros tipos de combustibles, el auto prácticamente no emite CO2 al ambiente.

Y la especialidad de la casa; Koenigsegg ha dotado a este motor con su famosa transmisión de un solo cambio, debutada en el Regera. Pero la magia de este motor, está en que no tiene árbol de levas, puesto que cuenta con el revolucionario sistema Freevalve que llevan un tiempo desarrollando. Esto significa que tanto las válvulas de admisión como de escape son controladas electrónicamente e independientemente, permitiendo eliminar el throttle y además conseguir infinitas variaciones de tiempo y ángulo de apertura. Incluso, puede desactivar cilindros o modificar el ciclo de combustión de manera infinita e inteligente, según se requiera.

Los beneficios de este sistema no son solo en performance, sino que también en eficiencia, logrando desde un 15 a un 20 por ciento menos que un motor de cuatro cilindros de dos litros con inyección directa y alzado variable de válvulas.

Además, Koenigsegg ha estudiado los ciclos térmicos del motor, por lo que ha desarrollado avances para calentar más rápido el motor y el convertidor catalítico, permitiendo que el motor no emita gases nocivos, incluso cuando se arranca en frio. Y otro detalle es que los turbos del motor están asociados cada uno a una válvula de salida por cilindro, simplificando su funcionamiento; si no se necesita usar uno de los dos, se bloquea una de las dos válvulas de salida por cilindro.

El resultado es de 600 Hp y 443 Lb-pie de torque máximo (295 Lb-pie en rango promedio). Y aunque es tricilíndrico, Akrapovic se encarga del sistema de sonido, con un sistema de escape especial.

Pero todo esto, viene acompañado de un generador integrado al motor, con 400 Hp y 369 Lb-pie de torque, más dos motores independientes para cada rueda trasera, con 500 Hp y 738 Lb-pie cada uno. El resultado total y final, es de 1,700 Hp de potencia y descomunales 2,582 Lb-pie de torque máximo, aunque todo combinado y en uso mixto, da entre 1,100 y 1,400 Hp. Y aun así, puedes manejarlo solo en modo eléctrico por 50 kilómetros. 

Por si las dudas, alcanza los 100 km/h en 1.7 segundos y puede llegar a los 350 km/h con 1,180 Lb-pie de torque aun disponibles, por lo que se piensa, podría superar fácilmente los 400 km/h.

Y porque esto no es todo, el auto tiene tracción, dirección y torque vectoring a las cuatro ruedas. Incluso Koenigsegg puede ajustar la dirección del eje trasero, independientemente por cada rueda, para así entregar mayor maniobrabilidad o estabilidad en ciertas situaciones.

Y aun así, con 1,700 Hp, el Gemera puede llevar muy cómodamente a cuatro personas, con portavasos climatizados, cámaras laterales en lugar de espejos retrovisores, climatizador de tres zonas, pantallas individuales para cada pasajero de la fila de atrás, sistema de audio premium con 11 bocinas, dos cargadores inalámbricos, sistema de apertura táctil (Autoskin, sin manillas), cámaras en 360 grados, conectividad para Apple CarPlay, seis bolsas de aire inteligentes, sensor de luz y lluvia, dos extintores, control de tracción multimodo, suspensión ajustable y algunas asistencias como control crucero semiautónomo, asistente de estacionamiento o mantenimiento de carril.

Se fabricarán solo 300 unidades y nada más, con lo que se transformará en uno de los autos más exóticos jamás creados en la era moderna… y quizás, en la historia.

Abajo, en el video, un regalo que es el más puro reflejo de como se trabaja en Koenigsegg. Mientras las demás marcas embalaban sus autos y desarmaban sus stands… Christian von Koenigsegg cerró todo, mantuvo sus autos y grabó la presentación de sus modelos para todos ustedes.

Con información de AUTO COSMOS

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