Pemex enfrenta sombrío panorama

Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta fuertes presiones ante el riesgo de que inversionistas institucionales globales, que poseen sus bonos, inicien una venta masiva si otra agencia de calificación la degrada a nivel basura, al retirarle el grado de inversión.

Analistas comentaron que una gran contracción del crecimiento económico nacional, agudizada por los efectos nocivos del Covid-19, junto con las dificultades financieras que enfrenta la petrolera estatal mexicana, menores precios de petróleo y una baja producción del crudo, elevan el riesgo de ver en este año acciones negativas por parte de otras firmas en su calificación crediticia, como ya lo hizo el jueves S&P.

Fitch rebajó a chatarra la nota crediticia de los bonos de Pemex (“BBB-”) en junio del 2019, aún con ello conserva su nivel de inversión.

Si Moody’s, que la tiene en “Baa3” a un escalón de caer en la clasificación “especulativa”, vuelve a hacer una acción negativa perdería su grado de inversión. Ello provocaría “la venta forzada de inversionistas que no pueden tener activos calificados como basura”, y en otro escenario Pemex tendrá mayores presiones porque se le exigirá una mayor prima de riesgo, coincidieron especialistas.

“Por ahora únicamente Fitch tiene a Pemex por debajo del grado de inversión, y para que pierda este nivel dos calificadoras deben tener esta clasificación. Con S&P rebajándola un escalón, el riesgo es que está más cerca de perder el grado de inversión”, explicó Jacobo Rodríguez, director de Análisis Financiero en Black Wallstreet Capital México (BWC).

De hecho, las tres agencias de calificación en México tienen a Pemex con perspectiva Negativa por lo que es factible que en el 2021 pueda haber otro recorte a su calificación si las condiciones financieras no mejoran. Aunque no sorprendería ver otra revisión a la baja en los próximos seis meses, consideró Rodríguez.

Pemex enfrenta una deuda financiera insostenible por más de 105,200 millones de dólares, con resultados operativos negativos y pérdidas que han encendido las alarmas entre los grandes fondos.

“Por donde analicemos a Pemex sus finanzas son inviables, tiene una carga de deuda muy fuerte, tanto a nivel de ingresos y utilidades está teniendo perdidas, lo positivo de la empresa es el respaldo del soberano”, indicó Jacobo Rodríguez.

En este año, la petrolera estatal presenta vencimientos por 2,000 millones de dólares y para el 2021 tendrá que pagar 6,100 millones y hacia el 2022 otros 5,600 millones de dólares, según información dada a conocer por El Economista.

El viernes, un día después de que S&P recortó la nota crediticia de Pemex, a “BBB” desde “BBB+” dejándola a un solo nivel de perder su grado de inversión, los bonos a 10 años, con vencimiento en el 2029, registraban una caída de 8.21%, a 72.63 dólares a las 2:26 de la tarde, de acuerdo con Carlos Hernández, analista de Masari Casa de Bolsa.

Para el analista, la petrolera enfrenta fuertes riesgos por los precios globales del crudo a la baja, que afectará sus planes de negocio para los próximos años, así como su alto nivel de apalancamiento.

Ante la desgastada situación financiera de Pemex, agregó Hernández, el mercado espera ver estímulos financieros y fiscales, así como un plan de venta de activos no estratégicos.

Comentó que al haber un mayor incremento de riesgo y percepción negativa de los inversionistas es probable que a Pemex se le complique en el futuro colocar deuda en los mercados internacionales que le implique mayor costo de financiamiento, así como refinanciar sus pasivos en el corto plazo. Además, los precios de sus bonos también resultarían impactados, por la volatilidad en los mercados a nivel local e internacional.

Después de que S&P degradó la calificación de crédito del soberano (“BBB”), ya a un nivel de no tener grado de inversión, el contagio siguió con Pemex, porque está ligada a la nota de México, por el apoyo que le puede dar en caso de mostrar mayores presiones financieras.

La agencia también tomó acciones a la baja para activos de instituciones de gobierno como la CFE y Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) que cayeron a “BBB” desde “BBB+” y revisó a otras 72 instituciones financieras, al existir un mayor riesgo económico en el sistema bancario.

Ven menor demanda

Barril cae por quinta semana seguida pese a nuevos estímulos

La mezcla mexicana de petróleo cerró este viernes en terreno negativo, al concluir en 13.01 dólares por barril, lo que representó una baja de 11.31 por ciento respecto a la jornada previa.

De acuerdo con los datos de Petróleos Mexicanos, esto representa un retroceso de 1.66 dólares, en relación con los 14.67 dólares por barril de la sesión del jueves.

En la última semana, la mezcla mexicana de petróleo ha perdido 17.55 por ciento de su valor, al bajar 2.77 dólares por barril, respecto a su cierre del viernes pasado.

Según Banco Base las principales mezclas de petróleo continuaron su tendencia a la baja, ante la expectativa de que las restricciones de movimiento para contener la propagación del coronavirus destruyeran la demanda por petróleo a nivel global.

Los precios del crudo cayeron 5% el viernes para sumar su quinta semana en terreno negativo, debido a que la estrepitosa disminución de la demanda opacó los esfuerzos de gobiernos de todo el mundo para limitar el impacto económico de la pandemia de coronavirus.

El referencial internacional Brent bajó 1.41 dólares, o 5.35%, a 24.93 dólares el barril para cerrar la semana con un retroceso cercano a 8 por ciento.

Por su parte, el West Texas Intermediate (WTI) en Estados Unidos cedió 1.09 dólares, o 4.82%, a 21.51 dólares el barril y terminó la semana con una baja de algo más de 3 por ciento. Ambos referenciales han caído casi dos tercios este año y el desplome de la actividad económica y de la demanda de combustible han obligado a dar marcha atrás, de manera masiva, a las compañías petroleras en sus planes de inversión.

En las operaciones electrónicas del domingo por la tarde, los futuros del WTI caían 6.87% y ya cotizaban en niveles de 20.31 dólares el barril, mientras los futuros del Brent perdían 3.90% para cotizar en 26.85 dólares el barril.

Con información de EL ECONOMISTA

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