Recorta la 4T recursos contra incendios, pese a alza de 30%

El humo inundó el Ejido Toxtlacoaya. El incendio del bosque podría llegar hasta su casa y las autoridades desalojaban a los comuneros para evitar muertes. En 22 años Arnulfo Landa, campesino de Las Vigas, Veracruz, vio otros incendios pero no uno como el de aquel marzo de 2019. “Hoy está todo destruido”, alcanzó a decir a un reportero con una cámara de televisión, con profunda tristeza.

Fogatas descuidadas provocaron que las llamas se extendieran por 800 hectáreas de un bosque de encino, lo que equivale aproximadamente a un número igual de campos de fútbol. El bosque tardará décadas en recuperarse, apuntaron las autoridades.

En 2019 los incendios arrasaron con 633 mil 677 hectáreas en México, lo que representa un aumento de 30% respecto a los incendios que ocurrieron en 2018. Sin embargo, el presupuesto de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), que se encarga de prevenir y combatir estos siniestros, pasó de 2 mil 765 millones de pesos a 2 mil 586 millones, un descenso de 6.4%.

En los dos meses que han transcurrido de 2020 han ocurrido 225 incendios, los cuales han arrasado con mil 894 hectáreas, según datos de la Comisión. Este es un descenso de 75% con relación al mismo periodo de 2019, pero con la llegada prematura de altas temperaturas, y sobre todo el alza de actividades humanas que los provocan, expertos consultados esperan un repunte en los incendios, un fenómeno que deja daños al medio ambiente, biodiversidad y la salud.

LEJOS DE ESTAR LISTOS

Uno de los principales problemas para detener el aumento y la devastación de los incendios es precisamente la falta de recursos, pues la inversión en personal, equipo y capacitación es fundamental para controlar este tipo de fenómenos.

La Conafor dispone de mil 740 brigadistas para apagar los fuegos del país. Esto contrasta con otros lugares con mejores prácticas contra incendios como California, donde hay una fuerza de 4 mil 800 bomberos utilizados para la lucha contra incendios forestales.

El año pasado los bomberos de California atendieron incendios en alrededor de 105 mil hectáreas, un promedio de 21 hectáreas por combatiente (brigadista); en cambio en México la tasa es de 372 hectáreas por combatiente, lo que denota la falta de personal.

El presupuesto nacional de la Conafor en 2020 representa 7% de los 34 mil 470 millones de pesos que California presupuesta para apagar incendios.

“Estamos muy lejos de tener apoyo. Se hacen cursos de Conafor, pero sólo capacitan al personal y no te dan más recursos para meter más gente o equiparla.

Entonces ¿qué hacemos? Tenemos una brigada comunitaria (sin sueldo). Cuando hay un incendio pequeño se puede atacar, pero con 10 personas es poco lo que se puede hacer”, se lamenta Misael Zamora, guardabosques del cerro de Zempoala, en el Estado de México.

En abril del año pasado, un incendio consumió 50 hectáreas de esta zona, en esa ocasión ocasionada por restos de carbón.

Los incendios ilegales representan la primera causa de descontrol del fuego, abarcando 24% de las hectáreas incendiadas en 2019, de acuerdo con una respuesta de la Conafor a EconomíaHoy, vía transparencia.

Estos incendios son provocados por rencillas entre personas, asedios de bandas criminales y sobre todo por cambios de los suelos. Esto último ocurre cuando alguien quema ilegalmente la vegetación forestal para despejar un terreno, y estos casos aumentaron 99.7% en un solo año, al pasar de 75 mil 884 hectáreas en 2018 a 151 mil 584 en 2019.

LLAMARADA AGRÍCOLA

Jorge Alberto López Chávez es un productor de maíz en Los Mochis, Sinaloa. Con temor cree que los incendios vendrán nuevamente a finales de mayo por la vía libre que tienen los agricultores para quemar la soca del maíz. Esta es una práctica antigua y común de los agricultores para que los terrenos sean fértiles más tarde, una vez que haya llovido.

La opción más saludable para el ambiente debería ser la trituración de estos residuos del maíz, pero señala que económicamente no es redituable. “Triturarla cuesta diésel, pagar un operador, horas trabajo, y si le prendes un cerillo, así nomás, te ahorras un chingadazo de trabajo”, dijo López.

La segunda causa de los fuegos en el país durante 2019 fueron las actividades agrícolas, con 22% de los casos. En este caso, a diferencia de la quema ilegal, los agricultores tienen permisos para el uso agrícola del suelo y los incendios ocurren cuando se queman los terrenos para volver a sembrar, y las cosas se salen de control.

Estos incendios arrasaron con 142 mil 362 hectáreas el año pasado. Esto representa un aumento de 125% a nivel nacional en México con relación a 2018.

“Todavía hay mucha costumbre de roza y quema de la zona para preparar el terreno para una buena siembra. El asunto es que no ponen cortabrechas, no toman en consideración la dirección del viento ni su fuerza, ni lo seco”, dijo la ecóloga Gabriela Jiménez Casas, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

De la mano de las actividades agrícolas se encuentran las pecuarias, en donde los incendios alcanzaron 48 mil 601 hectáreas el año pasado; esto es un incremento de 71% respecto a 2018.

INCENDIOS SIN CONCIENCIA

“En pleno 2020 seguimos tirando colillas al campo, hábitos de hace 30 o 40 años”, lamentó Zamora. En sus años de vigilancia, Zamora ha visto que buena parte de las llamas es provocada por la falta de conciencia.

Sólo en 2019 se incendiaron 25 mil 420 hectáreas a causa de fumar, esto es un incremento de 40% con relación a 2018.

“Aquí es paso de peregrinos, y los cohetones a veces caen en los bosques y ahí se encienden. Otras veces acampan, prenden fogatas y no las apagan completamente”, dijo.

Los daños a la naturaleza también alcanzan a las personas. Omar Arellano, profesor de la facultad de Ciencias de la UNAM, destacó que los incendios agravan la contaminación de partículas menores a 10 micrómetros de diámetro, tal y como sucedió en la Ciudad de México el año pasado.

La contaminación no sólo afecta la ciudad circundante, recordó, por lo que es importante saber los efectos nocivos de los incendios. “El año pasado se generaron nubes de contaminación (en la Ciudad de México). En especial por partículas suspendidas que afectaron zonas remotas como Cuernavaca, Toluca y Puebla”, dijo.

Con información de EL UNIVERSAL

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