Coneval estima más de 10 millones de pobres en México por pandemia de COVID-19

La crisis sanitaria generada por el COVID-19 y sus consecuencias económicas podría incrementar la población en situación de pobreza extrema por ingresos entre 6.1 y 10.7 millones de personas para 2020, estimó el Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social (Coneval).

De acuerdo con su análisis “La política social en el contexto de la pandemia por el virus SARS-CoV-2 (COVID-19) en México”, para la pobreza laboral se proyectó un aumento de 37.3 por ciento a 45.8 por ciento en el segundo trimestre del 2020.

“La pobreza por ingresos se podría incrementar entre 7.2 y 7.9 puntos porcentuales, teniendo un incremento de la población en situación de pobreza extrema por ingresos entre 6.1 y 10.7 millones de personas para 2020”, agregó el organismo.

Advirtió que la contingencia sanitaria internacional provocada por la enfermedad COVID-19 en México puede revertir los avances en desarrollo social de la última década y comprometer la capacidad de recuperación económica de los hogares.

Por ello, es necesario desplegar los recursos e instrumentos disponibles para amortiguar el impacto priorizando a los grupos que enfrentan mayor afectación y que presentan mayor vulnerabilidad, subrayó.

Refirió que México enfrenta esta contingencia en condiciones de vulnerabilidad debido, entre otros elementos, a altas prevalencias de diabetes y enfermedades cardiovasculares, precariedad laboral y estancamiento económico, carencias en el acceso al agua, hacinamiento, y brechas en el cumplimiento de derechos sociales: salud, alimentación, educación, seguridad social y vivienda.

La información generada por el Coneval, dada a conocer el año pasado, muestra que entre 2008 y 2018 el porcentaje de población en situación de pobreza disminuyó 2.5 puntos porcentuales, al pasar de 44.4 por ciento a 41.9 por ciento, lo que representa una reducción media anual de 0.24 puntos porcentuales.

La población en situación de pobreza extrema descendió de 11.0 por ciento a 7.4 por ciento, es decir, de 12.3 a 9.3 millones de personas.

En su análisis, el Coneval estimó los efectos potenciales que la emergencia sanitaria podría generar en los niveles de pobreza por ingresos de la población, para lo cual se construyeron dos escenarios, en función de la distribución del impacto entre diversos grupos de población.

En el primer escenario se simula una caída generalizada en el ingreso equivalente a 5 por ciento, y en el segundo escenario, se simula una reducción en el ingreso más pronunciada para los hogares en pobreza urbana.

De acuerdo con los resultados, en ambos escenarios, el total de personas en situación de pobreza por ingresos (las personas cuyo ingreso es insuficiente para adquirir una canasta alimentaria, bienes y servicios básicos) se incrementa, entre 7.2 y 7.9 puntos porcentuales (entre 8.9 y 9.8 millones de personas).

El número total de personas en situación de pobreza extrema por ingresos (las personas cuyo ingreso es insuficiente para adquirir una canasta alimentaria) se incrementa entre 4.9 y 8.5 puntos porcentuales (6.1 y 10.7 millones de personas), agregó.

El organismo consideró que sin políticas públicas que atiendan a la población con ingreso medio, la cantidad de personas en situación de pobreza por ingreso puede aumentar.

“La crisis podría provocar que la población que en 2018 no era pobre ni vulnerable, tenga afectaciones que los lleven a encontrarse en alguna de estas condiciones”, advirtió.
En tanto, la estimación del efecto en la pobreza laboral (población que no podría adquirir una canasta alimentaria con su ingreso laboral) se basó en la tendencia observada en la crisis de 2008-2009.

Así, se estima un aumento en la tasa de desempleo de 3.3 por ciento a 5.3 por ciento y de 37.3 por ciento a 45.8 por ciento en la pobreza laboral en los primeros dos trimestres del 2020.

Este aumento del Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) representaría la cifra más alta de este indicador desde 2005, añadió la comisión.

Además de los posibles efectos en la pobreza, las mujeres deberán afrontar esta pandemia con mayores desventajas, expuso.

Refirió que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que las mujeres representan 72.8 por ciento del total de personas ocupadas en los sistemas de salud de la región, cuyas condiciones de trabajo son precarias.

Estas se vuelven extremas con el aumento de horas laborales y el riesgo de contagio de la COVID-19, además de los costos y esfuerzo de participar en mayor proporción en las tareas de cuidado en casa y del trabajo doméstico, apuntó.

Con información de: LA RAZÓN

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.