Tras una semana negativa, los mercados financieros globales arrancan con buen ánimo y en terreno positivo. Las principales Bolsas registran subidas del orden del 2%, con los inversionistas atentos a la progresiva desescalada en las economías occidentales, desde Europa hasta Estados Unidos. Lo peor del impacto económico parece haber quedado atrás, en el mes de abril, aunque la recuperación no será fácil.
Los constantes anuncios de estímulos por parte de los bancos centrales y la posibilidad de que, en ausencia de rebrotes de casos significativos de COVID-19, los peores datos de la crisis hayan sido ya publicados generan incentivos a las compras, en un movimiento que podría justificarse como compras de oportunidad dada las caídas precedentes y la inestabilidad propia de estas situaciones.
Por otro lado, hoy los mercados cotizan de forma favorable las palabras de ayer domingo del presidente de la Reserva Federal (FED), Jerome Powell. Powell dijo en CNBC que la economía estadounidense podría contraerse en más del 30% en el segundo trimestre, pero evitará una caída económica similar a la Gran Depresión a largo plazo. Así, la economía estadounidense puede ofrecer los primeros síntomas de recuperación en los próximos meses, a medida que reabren las empresas y las personas vuelven a trabajar, aunque el proceso llevará tiempo y podría alargarse hasta el final de 2021. No habrá una recuperación completa mientras no haya una vacuna. Powell también confirmó que la FED tiene capacidad para ampliar sus programas de préstamos existentes y aún dispone de muchas herramientas para hacer aún más acomodaticia su política monetaria.
También está contribuyendo al buen ánimo de la jornada de hoy, el alza en el precio internacional del petróleo. El WTI sube cerca de 9% y vuelve a ubicarse por arriba de los 32 dólares por barril. Los inversores parecen agarrarse al optimismo y apuestan por una recuperación gradual de la misma apoyada en los recortes productivos que se están llevando a lo largo y ancho del mercado petrolero. Además, todo parece indicar que no se repetirá el histórico derrumbe en el precio del crudo del pasado mes cuando mañana expiren los contratos de futuros de junio para el West Texas.
A todo esto se suma que Gran Bretaña es el último foco de atención de las esperanzas de la vacuna para el Covid-19, ya que AstraZeneca pretende poner a disposición del país hasta 30 millones de dosis para septiembre, y se ha comprometido a entregar 100 millones de dosis este año, si la inoculación -que ya está siendo estudiada en humanos- tiene éxito. De acuerdo a la OMS, Astrazeneca forma parte del pequeño grupo de compañías que están en la carrera por encontrar una vacuna contra el coronavirus.
Por otro lado, las tensiones entre EUA y China están de nuevo en el punto de mira esta semana. La administración Trump intensificó su campaña de culpar a China por la pandemia de coronavirus. Peter Navarro, asesor del presidente, ha sugerido que Pekín envió a los pasajeros de las aerolíneas a propagar la infección por todo el mundo. China, mientras tanto, criticó las nuevas restricciones a las exportaciones de EUA dirigidas a empresas como Huawei Technologies, y se comprometió a tomar todas las medidas necesarias para defender a sus compañías. Por último, el Secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, advirtió a China de que no interfiriera en el trabajo de los periodistas estadounidenses en Hong Kong. Por último, congresistas y autoridades estadounidenses están elaborando propuestas para presionar a las empresas estadounidenses para que trasladen sus operaciones o sus proveedores importantes fuera de China, incluyendo exenciones fiscales, nuevas normas y subsidios.
El peso mexicano se contagia del tono positivo y la menor aversión global al riesgo e inicia la semana apreciándose hacia $23.65 spot.
Por el resto del día, el tipo de cambio podría fluctuar entre los $23.50 y $24.0 (el euro entre $1.078 y $1.084).