Un estudio reciente de HSBC Global Research: Snapshot of the auto sector, que aborda el impacto generado por el COVID-19 en el sector automotriz de México, Brasil y Argentina, así como el desempeño de la industria con miras a la recuperación gradual de las economías en dichos países.

En el caso de México, el sector automotriz es una de las industrias que probablemente normalice su producción antes que otras, debido a su estrecha relación con Estados Unidos y ventas en el extranjero. Este panorama es distinto al de Brasil y Argentina, países en los que el sector depende de la normalización en la venta de autos nacionales.

Los hallazgos clave del estudio son:

Para México:

●        En abril de este año se reportaron descensos récord en producción (99%), ventas (65%) y exportación (90%) en comparación con las cifras de 2019.

●        En mayo, la contracción del sector fue: en producción, 94%; en ventas nacionales, 59% y en exportaciones, 95% en comparación con mayo de 2019.

●        Para junio se prevé una mejora gradual, ya que las operaciones relacionadas con los automóviles se reanudaron el primer día del mes.

●        La industria manufacturera automotriz tendrá un camino más rápido hacia la normalización debido a los fuertes lazos comerciales y de producción con Estados Unidos. Este escenario está en línea con la perspectiva económica de HSBC, que prevé que el proceso de recuperación de las industrias nacionales puede resultar más lento en comparación con las actividades vinculadas a la demanda externa.

●        Además, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, vigente a partir del 1 de julio, puede tener un efecto positivo, ya que proporcionará certeza comercial. Por el contrario, las ventas nacionales, que representan una proporción menor de la producción de automóviles, pueden tener una recuperación más lenta debido a los efectos negativos de la pandemia en la demanda interna.

Para Brasil:

●        La producción de vehículos se mantuvo en niveles relativamente bajos en comparación con años anteriores. La producción en mayo de 2020 representó alrededor del 16% de la producción total de mayo de 2019.

●        La producción de automóviles puede aumentar hacia la segunda mitad de junio. Dado que una gran parte de las plantas automotrices se concentran en São Paulo, que ha tenido restricciones estrictas, la velocidad de normalización en algunas regiones podría tomar más tiempo de lo previsto.

●        Una demanda interna y externa más débil también podría afectar negativamente la producción. En este sentido, las ventas nacionales cayeron un 74.7% interanual en mayo, mientras que en abril cayeron un 76% interanual.

●        Los consumidores pueden seguir siendo cautelosos en el futuro, ya que el indicador de confianza del consumidor alcanzó un nivel bajo absoluto de 58.2 en abril. Se elevó modestamente a 62.1 en mayo.

●        La demanda externa puede permanecer débil, ya que los principales destinos de exportación, como Argentina, Chile, México y Colombia se enfrentan a un contexto económico desafiante.

Para Argentina:

●        La producción automotriz cayó un 84.8% interanual en mayo de 2020.

●        En junio, probablemente habrá un repunte a medida que más fabricantes de automóviles reanuden sus operaciones.

●        La débil demanda interna y de exportación, aunada a una alta dependencia de la economía brasileña, también afectaría negativamente la producción en gran medida.

●        En mayo, las ventas a los concesionarios de automóviles cayeron un 28.3% interanual, frente a una caída del 73.6% interanual en abril.

●        Menos ventas a los distribuidores significa que estos intermediarios tendrían una visión negativa del futuro cercano ya que el sentimiento del consumidor se mantiene en niveles bajos.

●        La demanda externa también seguirá siendo débil, particularmente con actividades económicas lentas en los principales mercados de exportación de vehículos como Brasil, América Central, Perú y Chile.