Home office, nueva normalidad laboral después del coronavirus

El trabajo remoto se ha implantado como una necesidad en México y el mundo durante la contingencia sanitaria por la pandemia de coronavirus, ha puesto a prueba los mitos sobre el descontrol de trabajar fuera de la oficina y ha hecho brillar algunas ventajas, como la productividad. Si bien, fue un cambio implantado por emergencia en muchas empresas —de todos los giros y tamaños— la prueba apunta a crear una nueva normalidad post pandemia.

En México, el también llamado home office ya había sido considerado en la Ley Federal del Trabajo, a mediados de 2019 se realizaron cambios sustanciales en los que, si bien no es una obligación laboral, abre la ventana a mejorar la calidad de vida del trabajador, la productividad y el rendimiento. El pasado 19 de junio los senadores aprobaron esta nueva prestación laboral, modificando el en el artículo 311.

¿Cuántas ventajas tiene trabajar a distancia?

Richard Poore, director regional de ventas de DWS, empresa dedicada a la implementación de teletrabajo, resalta tres: la calidad de vida de los empleados, la eficiencia de procesos de las empresas y la contribución al medio ambiente.

“Este camino que veníamos transitando y que las compañías venían lentamente adaptando se vieron forzadas a hacerlo de golpe”, cuenta a Economía Hoy. “Las compañías están entendiendo que está apareciendo lo que se va a llamar la nueva normalidad (new normality), nada va a ser a como era antes del Covid-19, hay muchas cosas que van a cambiar.”

Esto no fue una emergencia de un fin de semana, una semana o dos semanas. “Comienza a ser una modalidad de trabajo”, agrega Poore.

De acuerdo con datos de DWS/Serban, 40% de los trabajadores considera el teletrabajo como un equilibrio entre la vida personal y laboral, este ha incrementado 30% la productividad de los colaboradores de manera individual y 10% de manera colaborativa.

La adopción del home office depende de la complejidad del negocio, la cantidad de empleados y el estado en que está la empresa respecto a la tecnología digital. El directivo de DWS explica que hay tres tipos de compañías, “aquellas que venían viendo esto y abrazando el futuro del trabajo y tomando la delantera y ya estaban en plena implementación; aquellos que entienden del tema, lo estaban estudiando, pero no lo habían hecho aún; y aquellas que no le dieron el mayor interés, dijeron que es muy futurista, no es para nosotros, seguimos trabajando al viejo estilo”.

BEDU, una startup de educación que emplea un método blended (mezcla de en línea y presencial), retrata cómo una empresa puede trasladar rápidamente sus operaciones a la economía digital. Jandir Matos, su director de finanzas, cuenta a Economía Hoy que en menos de una semana estaban trasladando sus operaciones en aulas a clases en tiempo real en Zoom.

“Tuvimos que hacer uso de muchas herramientas tecnológicas, entrenamiento de nuestros expertos, comunicación con nuestros alumnos y todo desde una forma remota”, comparte el directivo, quien destaca un proceso fluido a pesar de las complicaciones tecnológicas comunes. “La videollamada no funcionaba”.

“Afortunadamente, pudimos llegar a nuevos alumnos que física o geográficamente no habríamos podido. Si estamos centrados en México, Guadalajara y Monterrey, pues pudimos atender alumnos de otros estados de la República, incluso hasta de otros países, porque ya se pueden conectar vía remota y esa es una de las oportunidades que se han presentado para nosotros”, comenta Matos.

Ambos directivos concuerdan que una de las ventajas más visibles del teletrabajo es el tiempo de vida personal que se libera al eliminar los traslados del hogar a la oficina. En la encuesta de Origen Destino en Hogares de la Zona Metropolitana del Valle de México (EOD) 2017, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revela que de los viajes que se realizan para ir al trabajo, 58.1% tarda de 31 minutos hasta dos horas.

Matos comparte que en BEDU las primeras semanas tuvieron un incremento en el tiempo de horas trabajadas. Poore, por otro lado, comparte que parte de la implementación correcta de escritorios de trabajo remoto debe incluir capacitación en la cultura a distancia, para que se refleje en “calidad de vida dedicado al ocio, los hobbies, la familia, los hijos, los papás o los hermanos o lo que sea”. DWS es una empresa que comparte sus experiencias con pequeñas y grandes compañías para el tránsito al trabajo remoto, donde hasta la silla ergonométrica y el espacio en casa para trabajar suman. Tanto así que Mercado Libre en su reporte trimestral ha informado que las búsquedas en la categoría de oficina -donde destacaron teclados, mouse, monitores y sillas- tuvo un incremento de 29% en abril.

Por otro lado, Poore destaca que hay que poner la mirada en la ciberseguridad, pues se abren ventanas a los ataques cibernéticos.

Entre los retos de tecnología y de organización de las empresas, el director de finanzas de BEDU no deja pasar desapercibida la “la interacción personal” entre colaboradores y clientes como uno de los retos dentro de todas las corporaciones.

Las experiencias, ocasionadas por la pandemia de coronavirus, han sido alentadoras para la economía digital, en donde el home office se hizo notar.

El panorama del teletrabajo en México va cambiando rápidamente semana a semana; Poore comenta que antes del coronavirus, el nivel de adopción en América Latina, incluido México, rondaba en un 5% de la población trabajadora.

“Antes del Covid-19 teníamos pronosticado que creciera un 10% a 20% anualmente en los próximos cinco años”, dice. Hoy en día hay empresas que hicieron el cambio por necesidad y “ahora están entendiendo que esto llegó para quedarse. Ya no se va a volver para atrás”. Dice “este es el futuro del trabajo”.

Con información de El Universal

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