Tipo de cambio y volatilidad

En un análisis del tipo de cambio destaca que la volatilidad, desviación estándar de las apreciaciones o depreciaciones medias diarias, se reduce más aceleradamente que el tipo de cambio. En palabras comunes y corrientes esto implica que el tipo de cambio se sube por el elevador y se baja por las escaleras, es decir que tiene un efecto de sobrerreacción y luego tiende a ajustarse más lentamente hacia la baja.

Para el peso mexicano, este efecto de ajuste a la baja a veces se ve contaminado con otros eventos que vuelven a causar depreciaciones, ocasionando que el tipo de cambio no regrese al nivel inicial del que partió. Este año el tipo de cambio inició en 18.92 pesos, después bajó en febrero a 18.52 pesos ante el rally de las bolsas de valores. Tras iniciar el brote de coronavirus en Estados Unidos y ser considerada pandemia se dio una sobrerreacción en los mercados financieros, llevando a las bolsas a caídas mayores a 20% y al tipo de cambio en México a alcanzar nuevos máximos históricos, el último en 25.7849 pesos por dólar el 6 de abril. Al superar el máximo anterior de 22.03 pesos, el tipo de cambio entró en “terreno desconocido” y con eso surgieron pronósticos de todo tipo.

En el peor de los escenarios se pronosticaba 30 pesos, en el mejor de los casos 22 pesos. Ese escenario optimista parecía tener una baja probabilidad de ocurrencia, pues implicaba que la crisis sanitaria y económica terminaba y que la economía empezaba a recuperarse rápidamente, lo cual parece estar sucediendo ahora, al menos en términos de lo que percibe el mercado. De hecho, al momento de escribir esta nota el tipo de cambio ha llegado a 21.57 pesos, nivel no visto desde el 16 de marzo. A pesar de las apreciaciones recientes, el peso aún muestra una depreciación en el año de 14% y una subvaluación de 12% respecto a su nivel de equilibrio.

¿Hacia donde puede dirigirse el tipo de cambio? Desde el punto de vista técnico el tipo de cambio tiene tendencia hacia la baja, con un soporte moderadamente importante en 21.40 pesos. De romperlo puede irse hacia la barrera psicológica de 21 pesos por dólar. Debajo de ese nivel, el promedio móvil de 200 días se ubica en 20.55 pesos y es el nivel que representa actualmente el escenario más optimista donde podría estabilizarse el tipo de cambio.

Desde el punto de vista fundamental la apreciación del peso es consecuencia de debilidad del dólar, ante el optimismo global del mercado, que percibe que lo peor de la pandemia ya pasó y que la economía mundial ha empezado a recuperarse. Asimismo, la expectativa de que la Fed llevará a terreno negativo su tasa de interés y que por el contrario Banxico no recortará aceleradamente la tasa, ayudan al peso mexicano, así como el alza en el precio del petróleo.

Cabe destacar que a mayor nivel de tipo de cambio mayor volatilidad y viceversa. Por lo que en niveles relativamente “bajos” como los que vemos actualmente, el tipo de cambio se percibe más estable y deja de ser noticia. De hecho, junio y julio son meses que históricamente muestran estabilidad en el tipo de cambio, por lo que es probable que la tendencia de baja continúe si persiste el optimismo global.

Por supuesto existen riesgos importantes, pues la apreciación del peso no está sustentada en los fundamentales económicos de México en donde se sigue esperando bajo un escenario central, una caída del PIB de 8% este año.

Gabriela Siller Pagaza, PhD [email protected]

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