El IGAE en mayo: Expectativas de crecimiento hasta 2022

El IGAE para el mes de mayo sufrió una caída de 2.62% vs. abril, indicando que aun con un relajamiento en las medidas de confinamiento (al menos para las actividades consideradas como esenciales), la economía volvió a deteriorarse1 . La disminución para el sector de servicios fue especialmente severa en mayo, a pesar de que normalmente es menos volátil el sector industrial. HR Ratings ahora supone que, debido a la naturaleza irregular del levantamiento de las medidas restrictivas, la recuperación en el tercer trimestre será menos fuerte que nuestra expectativa anterior, mientras que suponemos un cuarto trimestre más robusto. Suponemos que en el primer trimestre de 2021 (1T21) también se experimentaría un fuerte crecimiento

Posteriormente, HR Ratings considera que el crecimiento del IGAE se desaceleraría con una tasa de largo plazo oscilando alrededor del 2%. Esta tasa incorpora el efecto del daño en el largo plazo causado por el COVID-19 a través de la clausura de empresas y otras fuentes de trabajo, y por una posible caída en la demanda por la necesidad de reconstituir el ahorro que fue utilizado para compensar la reducción en el ingreso durante el periodo de alto desempleo. También incorpora la debilidad estructural de la economía manifestada antes del COVID-19, que en parte es producto de la falta de inversión privada.

Para 2020, HR Ratings está suponiendo una caída del IGAE en 12.4%, esto con base en métricas de los últimos doce meses (UDM), aunque de diciembre 2019 a diciembre 2020 (a/a), vemos una reducción del 8.5%. Para 2021, esperamos una fuerte recuperación de 7% en los UDM, pero con un crecimiento a/a de 4.1% en diciembre. Para 2022, el crecimiento sería de 2.0% (UDM)2.

Aunque la caída medida en términos de los UDM de 12.4% para 2020 es fuerte, esta es consecuencia de la debilidad reportada hasta mayo. Por lo tanto, la cuestión, de acuerdo con nuestros supuestos, es que tan fuerte sería la recuperación en lo que resta del año. Suponemos una relevante recuperación en junio y crecimientos anualizados con respecto a los trimestres inmediatos anteriores de 15% y 32% en el 3T20 y 4T20 respectivamente. En caso de un menor repunte o de caídas adicionales, las cuales no pueden ser descartadas en un escenario de rebrotes, la contracción del IGAE resultaría aún mayor para 2020. Es importante considerar que, debido a la volatilidad en la evolución de la actividad económica, la métrica de UDM pierde la validez que tiene cuando el crecimiento (o decrecimiento) es relativamente lineal. Por ejemplo, la diferencia entre las dos métricas de crecimiento para 2021 se debe a la caída sufrida entre marzo, y especialmente en el segundo trimestre de 2020. El avance de 7% esperado para 2021 refleja más la debilidad de la economía durante 2020 que su fuerza esperada durante 2021.

En la Tabla 1 presentamos la evolución del IGAE en mayo. La caída del 3.19% en los servicios vs. abril es preocupante, especialmente comparado con la reducción del 1.85% para el sector industrial. En términos trimestrales anualizados, el IGAE a mayo se desplomó en 44.5% vs. el periodo diciembre-febrero. En junio, suponemos que el IGAE experimentaría un avance importante, especialmente en el sector industrial. Sin embargo, aun con el inicio en junio de un periodo de recuperación, la caída trimestral para el 2T20 sería un dramático 56.5%.
En las tablas 2 y 3 presentamos en mayor detalle la evolución a mayo de los diferentes componentes de los dos sectores principales. La leve caída en la manufactura de únicamente 0.32% podría indicar un avance importante en junio. En cuanto a la construcción, esperamos una reducción menor en junio y posiblemente un avance.
La Tabla 3 muestra el desempeño del sector de servicios. La caída en el comercio al por mayor es especialmente dramático, pero por el lado positivo podría reflejar un agotamiento de los inventarios y cierta recuperación en junio. Por su parte, suponemos que el desplome en el sector de alojamiento, que en buena parte refleja el desempeño del sector turismo y restaurantero, podría indicar que ya tocó fondo en mayo.
En la Tabla 4 presentamos la evolución mes a mes de los principales rubros del IGAE. La última columna es de especial importancia, ya que muestra el nivel de la actividad económica en mayo vs. febrero, el último mes sin sufrir el efecto del COVID-19. En general, la economía a mayo estaba operando en un 80% de su nivel de actividad observado en el segundo mes del año.
Al elaborar nuestras expectativas para la economía en general, suponemos que en cuanto se vayan relajando las medidas de confinamiento, el nivel de actividad económica se puede ir recuperando relativamente rápido. Sin embargo, al comparar los niveles de febrero, el avance marginal sería cada vez menor hasta que la economía retome un nuevo nivel de crecimiento de largo plazo.
 
En términos anuales, la Tabla 5 presenta nuestro escenario para la recuperación de la economía en su conjunto. De diciembre de 2019 al mismo mes de 2020, esperamos que el IGAE sufra una reducción del 8.5%. Sin embargo, debido a su desplome en el segundo trimestre, en términos de los UDM la reducción sería mayor, alcanzando un 12.43%.
Para 2021 esperamos un crecimiento importante de alrededor del 4.95% a/a. La recuperación con base en los UDM sería mayor todavía, alcanzando 7.01%, pero esta reflejaría la debilidad de 2020 especialmente por el efecto de los primeros meses de confinamiento. 
 
En 2022 suponemos que la economía crecería de acuerdo con su trayectoria de largo plazo considerando la debilidad que sufrió antes del COVID-19, afectado en buena parte por la falta de inversión, especialmente la privada, pero también la pública, y los efectos de largo plazo de la crisis sanitaria.
 
En la Tabla 6 presentamos las expectativas de más corto plazo que arrojan los resultados observados en la Tabla 5. También presentamos la relación entre cada periodo pronosticado y el nivel de la actividad económica en febrero.
En el segundo trimestre, esperamos una caída de casi 57% anualizado vs. el 1T20 con la economía operando al 81.1% del nivel alcanzado en febrero. Para el tercer trimestre visualizamos un crecimiento del 15.2% a tasa anualizada vs. el 2T20, con el resultado de que la economía recuperaría casi 3 puntos porcentuales de lo perdido vs. febrero, alcanzando el 84% del nivel da actividad observado en ese mes. En el cuarto trimestre vemos una recuperación con mayor fuerza, creciendo casi 32% vs. el 3T20. Con esto, la actividad recuperaría 6 puntos porcentuales de lo perdida vs. febrero.
 
En 1T21, el crecimiento todavía sería fuerte, pero no tanto como en el último trimestre del año anterior. El crecimiento sería de 19% con una recuperación de 4 puntos porcentuales. Para los siguientes tres trimestres esperamos una rápida desaceleración en el crecimiento, a una tasa anualizada de 2.3% aumentando su nivel vs. febrero de 2020 en únicamente 1.6 puntos. Para 2022, suponemos un moderado crecimiento de 2% (vs. el 4T21), mientras que la economía alcanzaría el 97.5% del nivel de febrero. 
 
En la Gráfica 1 se puede observar la evolución del IGAE como resultado de los supuestos de crecimiento anteriormente analizados. La recuperación inicialmente es relativamente fuerte, pero en cuanto vaya alcanzando los niveles pre-COVID, esta perderá dinamismo. Es relevante notar que con el escenario graficado aquí, al cierre de 2022 la economía todavía no llegaría al nivel alcanzado antes de la contingencia sanitaria. Además, suponiendo que la tasa de crecimiento de largo plazo se quedara en 2.0%, sería hasta el primer trimestre de 2024 que lo alcanzaría.
En la Gráfica 2 mostramos el mismo escenario de crecimiento en términos de las métricas de los UDM y a/a (mismos mes año anterior) como presentamos en forma tabular en la Tabla 5.

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