La industria panadera en México es uno de los motores de la economía al producir un alimento básico que no puede faltar en las mesas nacionales, sin embargo, al igual que otros sectores comerciales, se ha visto afectada por la pandemia que atraviesa el mundo.

La llamada “nueva normalidad” ha venido a cambiar algunos procesos de las panaderías y a plantear retos importantes a la industria, misma que se ve ante la necesidad de garantizar, con mayor énfasis, la sanidad de los alimentos que ofrece.

De acuerdo a cifras de la Unión de Panaderos del Estado de Puebla, con la emergencia sanitaria se ha registrado la caída del 50 por ciento de las ventas por lo que alrededor del 10 por ciento de sus afiliados han tenido que “bajar sus cortinas” y cerrar su negocio dejando sin sustentos a sus familias.

Convivencia es vital para la industria

Para el chef el acercamiento con la gente, así como la convivencia, es vital para las panaderías del país y al no tener esta interacción, debido a las medidas de contención impuestas, el sector ha visto una disminución en sus ventas.

“Al no tener acercamiento con las personas, la industria se ve afectada pues de eso vive, de la convivencia (…) hoy los cumpleaños ya no se celebran y por ende no se compran pasteles, por lo que al no estar esa interacción la industria se ve colapsada”.

Retos ante la pandemia

Si bien al ser un sector dedicado a ofrecer alimentos las panaderías deben de garantizar su sanidad; la “nueva normalidad” ha venido a plantear nuevos retos ante la necesidad de reforzar dichas medidas, lo que inherentemente implica mayores costos para los productores, que al final, se ven trasladados a los clientes. 

“Antes de la pandemia el pan lo podías encontrar en todas las panaderías solamente exhibido en las charolas, ahora, muchas panaderías han optado por empaquetarlo y si bien  la gente lo ve bien, implica un gasto y encarece el producto, lo que se ve reflejado en el cliente así como en la disminución de ventas.

Medidas sanitarias

En las pequeñas panaderías es una realidad que son pocas las medidas sanitarias que se adoptan, pues en las panaderías de la esquina es raro ver al chef panadero trabajando con mascarilla.

“En muchas pequeñas panaderías si dan gel en la entrada y piden uso de cubrebocas pero nunca más que eso”, señaló el chef Ricardo.

Al mismo tiempo los clientes tampoco guardan la sana distancia y acatan las medidas, aunado a que al mexicano no le gusta esperar, lo que afecta las ventas cuando el comensal prefiere marcharse sin comparar a esperara su turno para poder ingresar a los locales.

Es justamente por este tipo de situaciones que se genera la baja en las ventas, señala el chef pues ”los clientes también se desesperan, al tener el acceso limitado para respetar la sana distancia; la gente se va, ya no compra y esto a afectado las ventas”.

Con información de El Heraldo de México