Dejar de consumir lácteos: ¿qué pasa y qué tan bueno es?

Actualmente nos topamos por doquier con la corriente de dejar de consumir lácteos con leyendas como: “¿Leche y productos lácteos? ¡No, gracias!”, tal cual la campaña que publicita Eugenio Derbez, asegurando que su consumo es un riesgo a nuestra salud, aunado al sufrimiento de estos animales… Pero ¿es esto cierto? Más allá de lo que implica un proceso inconsciente tal vez de la industria, en el que obviamente nosotros tampoco estamos de acuerdo, sabemos que si bien, es erróneo satanizar un alimento porque existe una inmensa diversidad de contextos, creencias, gustos, necesidades dietéticas y mitos o mentiras también al respecto, lo que sí es cierto es que la leche de vaca y sus derivados son productos de buena calidad y nadie lo puede negar, no de en balde pueden ser muy útiles para combatir y tratar la desnutrición debido a su alto aporte calórico y a su riqueza nutricional.

Pero bueno, en caso de que estés pensando seriamente en ser una “persona libre de lácteos” ¡Ojo! sin necesidad de serlo (no nos referimos a que seas alérgico o intolerante a estos productos y que no haya otra opción para ti), sino más bien, que lo hagas por el simple gusto de saber que estás poniendo tu granito de arena en cuanto al consumo de alimentos de origen animal y así. Por eso aquí te dejamos una lista de los posibles pros, contras y demás consideraciones para tu salud en caso de que decidas hacerlo ¿vale?

Lo que pierdes nutricionalmente al dejar de consumir lácteos

Según el artículo el “Valor nutricional de los lácteos y su consumo diario aconsejado” publicado el año pasado, dice que estos poseen una gran variedad de nutrientes: calcio, riboflavina, ricos en proteínas, vitamina A, Vitamina B12, magnesio, zinc, vitamina B6, niacina, ácido pantoténico, biotina, fósforo, selenio, potasio y yodo. Alrededor del 65% de su grasa es saturada, algo no tan bueno para tu salud, por lo cual te aconsejamos los consumas descremados, ¡ah! y también son ricos en carbohidratos. Además, muchas veces son enriquecidos con otros nutrientes, esto los convierte en una bomba nutricional. La ingesta diaria de leche recomendada para un adulto es 1 taza al día y de lácteos en total de 3. Esto también varía por país.

Pros de seguir preparando tus batidos con leche de vaca

  1. 1Según the Harvard Heart Letter, si comes leche, yogurt y queso ricos en calcio y potasio te pueden ayudar al control de tu presión arterial. No por algo se incluyen en la dieta DASH (para control de la hipertensión en su formas semi o sin grasa).
  2. 2200 a 300 ml de leche no aumentarán tu riesgo cardiovascular y en cambio, se ha encontrado que este es menor por la grasa de los lácteos que el de la carne.
  3. 3Hay evidencia que muestra que los lácteos fermentados, el queso, el kéfir, el yogurt están asociados a un riesgo reducido de padecer diabetes tipo 2.
  4. 4Los seres humanos sí somos capaces de digerir, absorber y aprovechar todos los nutrientes que los lácteos aportan. ¡Así que si eres fan ni te preocupes!
  5. 5Los lácteos no solamente tienen calcio, sino contienen también péptidos que ayudan a que este se absorba más fácilmente.
  6. 6¡No te dará asma!, ya que aunque mucha gente lo cree así, la ciencia no avala esto.
  7. 7No vivirás más tiempo, pero tampoco morirás más pronto. En realidad no se asocia su consumo a un riesgo alto de mortalidad, a menos que si te creas ternero, te excedas y ahí sí pudieras buscarte una enfermedad.
  8. 8Si bebes leche orgánica, esta te aportará ácidos grasos omega 3 y betacaroteno debido a que las vacas son de pastoreo alimentadas a libre demanda (¡en teoría!).

© flyparade

Lo que pasa cuando decides renunciar a los lácteos de por vida

  1. 1No te fracturarás tan fácilmente como Samuel L. Jackson en Unbreakable seguro. Aunque hay evidencia sobre sus efectos en la salud ósea durante la infancia y la adolescencia, hay poca literatura que compruebe esto para ti como adulto.
  2. 2Consumir lácteos puede ser un factor protector para padecer ciertos tipos de cáncer como el colorectal, pero no lo es así cuando se trata del cáncer de próstata.
  3. 3Hay alergias específicas a los lácteos, pero esto no quiere decir que estas te vayan a originar otras, pero eso sí algunos reportes sugieren que su consumo puede exacerbar los síntomas.
  4. 4Sí te librarás de hormonas, pesticidas o antibióticos con los que pueden ser tratadas las vacas en la producción convencional de la leche y con ello, de los posibles efectos adversos.
  5. 5Mucho se ha hablado de que si dejas los lácteos tendrás menor inflamación celular. Sin embargo, una revisión del año pasado sobre su consumo y su asociación con la aparición de marcadores de inflamación publicada en la revista Advances in Nutrition de la Sociedad Americana en Nutrición concluye que su ingesta no tiene efectos proinflamatorios hasta ahora ni para ti que estás sano, ni para tu primo gordito ni para tus tíos con enfermedades metabólicas.
  6. 6¿Y qué hay de que la producción de moco y flema se vea disminuida? Pues ciertamente tendrás una percepción de menor producción de ellos si los evitas, así como una consistencia de tu saliva más ligera, pero esto no está dado por la cantidad de moco o de flema que se produce, sino que al beber leche, al comer queso o estos alimentos te dan una sensación de ellos más espesa, según un artículo de los “Archivos de enfermedades en la infancia” de la British Medical Journal. ¡Recuerda que la leche es una emulsión!

Con información de GQ México

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