Falta de ingresos presiona al mercado laboral: analistas

La falta de un seguro de desempleo, combinado con la nula capacidad de ahorro, ha llevado a que los trabajadores mexicanos permanezcan fuera del mercado laboral entre uno y tres meses; de tal manera que el regreso de 5.7 millones de personas al mercado de trabajo en el mes de junio se da en un contexto en donde prevalece el desempleo, los bajos salarios, la informalidad y las condiciones críticas.

Analistas consultados por El Economista refieren que de los 12 millones de trabajadores que se quedaron sin una fuente de empleo por causa de la pandemia en el mes de abril, de manera eventual o permanente, ahora reflejan en el mes de junio, con el regreso relativo a la normalidad, una mayor presión en la búsqueda de empleo colocándose, principalmente, en la informalidad que sigue siendo una válvula de escape.

“La desocupación de 5.5% en junio muestra lo que ocurre ya en pérdida de empleos; después del cierre de la economía y del crecimiento que se reportó de la población no económicamente activa de 12 millones, ahora vemos que las personas regresaron (al mercado laboral) y quienes se contratan lo hacen en la informalidad que es una válvula de escape ante las malas condiciones del mercado laboral”, comentó José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico.

Tras señalar que el pronóstico de desempleo para el cierre del año no es alentador, ya que se ubica en 6.3%, Iván Arias, director de Estudios Económicos de Citibanamex, detalló que la pandemia llevó al mercado laboral a una distorsión, “en principio con una salida masiva de trabajadores que no pudieron laborar, pero tampoco pudieron buscar empleo; conforme se eliminan las restricciones a las actividades esenciales, muchas personas que trabajan para empresas ya han recuperado sus empleos, pero en casos donde la empresa no puede continuar se recortó al personal, como también ocurrió con el autoempleo y los micronegocios, lo que trae como resultado un desempleo”, detalló.

En los meses siguientes más desempleo

Hacia adelante lo que va a suceder, comentó Arias, “conforme se sigan eliminando las restricciones y se controle la pandemia, la gente irá regresando a buscar un trabajo; y seguirá creciendo la tasa de participación económica; prevemos un crecimiento lento, dada la caída (proyectada) del 11.2% del PIB; lo que va a limitar la recuperación del empleo, sobre todo del formal”.

Asimismo, los analistas coinciden en que habrá una expansión gradual de la tasa de desocupación, así como la tasa de informalidad, “estas dos circunstancias es algo que se vio en la crisis de 2009, se incrementó mucho la tasa de informalidad”, añadió Arías.

Por su parte, Armando Leñero, presidente del Centro de Estudios para el Empleo Formal (CEEF), añadió que en los meses de julio y agosto lo que habrá es mucha oferta de mano de obra, pero poca demanda por parte de los empleadores, ya que en algunos casos aún están analizando si mantienen sus operaciones, “veremos que la contratación que se realice se dará en los sectores de comercio, construcción y agricultura, son sectores susceptibles para contratar personal en la informalidad”.

Con información de El Economista

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