Un agujero negro​ es un cúmulo de restos de estrellas antiguas, con una concentración tan densa que  ninguna partícula material, ni siquiera la luz, es capaz de escapar a su poderosa fuerza gravitatoria.

Sin embargo no hay una certeza científica de qué es exactamente un agujero negro. Incluso en el pasado Einstein negó la existencia de estos y en la actualidad siguen teniendo muy confundidos a los investigadores. 

Por si fuera poco los agujeros negros se están volviendo más extraños, incluso para los astrónomos, pues hace poco detectaron la señal de una violenta colisión, que sucedió hace miles de millones de años, y que creo un nuevo agujero negro de un tamaño nunca antes visto.

‘Es la mayor explosión desde el Big Bang ’, dijo a la PBS el físico de Caltech Alan Weinstein quien formó parte del equipo que descubrió este nuevo agujero negro.

Pero tranquilos este enorme agujero negro, no supone ningún peligro para nuestro planeta y tampoco consumirá nuestro universo como lo haría en una película de ciencia ficción. 

De hecho se cree que el nacimiento de este agujero negro podría haber ocurrido hace más de siete mil millones de años, y  como nos “acabamos de enterar esto sólo significa que está muy lejos de aquí”.  

De acuerdo con este reporte dado a conocer por PBS, los astrónomos sólo los habían observado, hasta ahora, dos tipos de agujeros negros. 

“Hay pequeños llamados agujeros negros estelares que se forman cuando una estrella colapsa y son del tamaño de ciudades pequeñas. Y hay agujeros negros supermasivos que son millones, tal vez miles de millones, de veces más masivos que nuestro sol y alrededor de los cuales giran galaxias enteras”. 

Incluso se creía imposible que existieran agujeros negros estelares intermedios, con un tamaño 70 veces más grandes que la masa de nuestro sol. 

Sin embargo, el Universo nos demostró que no sabemos nada de él, cuando dos detectores captaron la señal que resultó ser la energía de dos agujeros negros estelares, cada uno grande para tratarse de un agujero negro estelar, chocando entre sí. 

Uno tenía 66 veces la masa de nuestro Sol y el otro 85 veces más, lo que produjo el nacimiento del primer agujero negro intermedio jamás descubierto,  142 veces más grande que el Sol.

Y aunque está explosión seguramente fue estruendosa, la señal que percibimos en la Tierra fue bastante mansa porque, como lo dijimos anteriormente, sucedió a miles de millones de kilómetros lejos de nuestra galaxia. 

Con información de GQ México