“Los amores idiotas” o cómo confundir amor con posesión y dominio

El periodista y escritor mexicano Carlos Rubio Rosell (1963), que reside en España desde 1994, acaba de publicar  “Los amores idiotas”, un poemario donde indaga en el tema del amor y que arranca con una frase de Paul Valéry: “El amor es idiota, pero por una perversidad de las cosas de este mundo, se es idiota cuando no se ama”. Aunque ese mismo sentimiento, el más grande, puede provocar, en muchos casos, tragedias protagonizadas por monstruos que confunden el amor con posesión y dominio.

Un caso de estas características dramáticas del mal llamado amor fue lo que inspiró la escritura de  “Los amores idiotas”, publicado por Renacimiento. El origen del libro está en un asesinato que protagonizó un amigo del autor, y que le dejó en shock, según relata a  Efeminista él mismo.

“Los amores idiotas”

En 2008 el periodista y escritor, autor “Los Ángeles-Sur” o “Desde la otra orilla”, recibió un correo de un amigo contándole que había matado a su mujer y herido de gravedad a sus hijos (después murió uno de los hijos). Rubio se quedó traumatizado porque no se explicaba cómo ese amigo, “alguien culto y delicado” con el que compartía inquietudes intelectuales, podía engrosar con su nombre la amarga lista de autores de violencia de género.

Leyó y buscó en libros y tratados sobre el origen del mal, los asesinos, la violencia de género, y “nada”, diceAños después intentó una novela, pero no lo veía, pero luego sí pudo verlo todo en un poema, donde las palabras llegan donde no llega la filosofía.  Y así de ese poema con un título que resume todo, “La maté porque era mía”, nació el libro. 

“El refranero popular habla de que del amor al odio hay un paso. Sin embargo, hay que precisar que en nuestros días la violencia que se ejerce en las parejas en nombre del amor es una especie de pandemia (hoy que tanto se usa este término), algo que parece no cesar y que, por desgracia, sufren en su inmensa mayoría las mujeres, a quienes se somete en nombre del amor, un amor en realidad idiota, que disfraza complejos de inferioridad, traumas y taras psicológicas, y en sumamachismo puro y duro”, argumenta el autor, que ha ejercido el periodismo en diarios españoles y mexicanos como El País, La Vanguardia, La Jornada, Reforma y Milenio, y en revistas como Ajo Blanco, Quimera, Revista de Occidente y Zenda.

“Nada justifica la violencia, y menos el amor, por muy idiota que sea -continúa-, lo que nos impone un reto enorme como sociedad que tiene que ver con la educación desde el nacimiento, cuando se transmiten valores, emociones, conductas y lenguaje. Esa educación, cabe agregar, es una responsabilidad compartida por hombres y mujeres, y por el conjunto de la sociedad, que no debe mirar para otro lado”, recalca.

Con información de EFEminista

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