Análisis: China y el resto del mundo

Por: Philippe Waechter, Director de investigación económica en Ostrum Asset Management, filial de Natixis IM

La economía china se está normalizando. La fase de alerta sanitaria ha pasado y el crecimiento se reanuda. El mercado es más bien concéntrico y ya no es una fuente de ímpetu fuerte para el resto del mundo. Esto va a generar nuevos desequilibrios con EEUU y Europa, y va a derivar en tensiones. La crisis sanitaria ha acentuado las disparidades. Un nuevo balance emerge rápidamente.

La economía china está pasando página ante la pandemia, y el crecimiento ha vuelto. La vigilancia se mantiene con el fin de evitar cualquier retorno del virus, pero la conducta va regresando a la situación de antes de la crisis.

En este punto destacan dos indicadores: el número de horas laboradas ha regresado a su nivel pre crisis. las discusiones sobre el impulso en el ámbito de la oferta, por lo tanto, se han resuelto. El otro indicador es el concerniente a los gastos asociados con las interacciones sociales (restaurantes, alcohol, cigarros, etc.). Esto es comparable con los niveles antes de la crisis. Esta es una señal de la fortaleza de los hogares en China, que ya no temen salir porque la incertidumbre relacionada con a la epidemia claramente se ha reducido. El confinamiento en China ha sido muy estricto y potencialmente se mantiene, pero esto demuestra que una vez que la situación está bajo control, la dinámica puede regresar a niveles de antes de la crisis.

El impulso del crecimiento en China

El crecimiento fue de 4.9% en el curso de un año al tercer trimestre del 2020. Durante el trimestre, el PIB se incrementó en 2.7% (a tasa no anualizada, 11.25% anualizada) después de 11.7% en el segundo trimestre (56% a tasa anualizada) y -10% durante los primeros 3 meses del año (-34% a tasa anualizada).

Desde el inicio del año, el crecimiento promedio ha sido de solamente 0.7%. Si la expansión continua durante los meses de octubre a diciembre, por tanto, para el año entero, la economía china crecería entre 2 y 3%. Se espera que este movimiento al alza continúe hacia el 2021. Recordemos que, en los pronósticos del FMI para octubre de 2020, China es la única economía que tiene un nivel más alto de PIB en el 2021 que en 2019 (nivel pre crisis). China es el único contribuyente que permite al PIB global ser comparable con el de 2019.

Algunas referencias

En la fase de recuperación de la economía china, primero observamos un repunte en la producción antes de observar una acelerada recuperación de la demanda privada en el tercer trimestre. La producción industrial subió en 1.2% del año a la fecha comparado con el 2019, mientras que las ventas al detalle continúan su contracción desde el inicio del año.

Esto sugiere que la demanda pública y la inversión en infraestructura han sido solidas durante el periodo. Esto es en efecto lo que vemos como consistente con el incremento del endeudamiento de los gobiernos locales y la empresa públicas SEO). Esto es una réplica de lo sucedido después de la crisis financiera del 2009 pero en una menor escala. Sin embargo, la deuda continúa aumentando.

También sugiere que China ha logrado exportar considerablemente y mantener un balance en el superávit exterior. Esta es la otra clave para explicar el desempeño de la economía china. Las exportaciones crecieron fuertemente mientras que las importaciones tuvieron una dinámica más limitada. China no ha sido una fuente de ímpetu para la economía global, contrario a lo observado después de 2009. Las compras fueron más dirigidas. Brasil aprovechó esto con el mineral de hierro, EEUU con los productos agrícolas… pero no hubo compras a toda costa.

El impulso del mercado laboral

El mercado laboral ha sido muy dinámico desde el inicio del año. El número de empleos creados es casi, después de 9 meses, en la meta de los 9 millones que se había fijado. Esta dinámica del mercado laboral también ha reflejado el deseo de desarrollar la actividad doméstica (productividad extensa) en vez de importar bienes. Es en este punto donde encontramos la muy mencionada idea de una estrategia china más centralizada. En este mercado laboral, el número de inmigrantes ha regresado a un nivel cercano al de antes de la crisis. La economía ha vuelto a encaminarse y el ingreso va aumentando.

La normalización del crecimiento también se refleja en una caída del ahorro en el tercer trimestre. Esto deberá continuar y permitir a la economía encontrar una fuente de rápida expansión doméstica en la demanda privada durante los próximos meses.

Un nuevo equilibrio

La situación en China se normaliza y la economía va a regresar en el 2022 a una ruta de crecimiento de entre 5 y 6%. En tanto, es más bien centralizada en términos de Desarrollo y esto causará dificultades en el resto del mundo porque el imperio chino no será una fuente de ímpetu que se hubiera esperado.

Esto generará tensiones con el resto del mundo, que todavía busca la receta para encontrar una dinámica más robusta. Las tensiones con EEUU, incluso si Joe Biden resulta electo, y con Europa, serán elevadas.

La crisis sanitaria realmente ha acelerado las transiciones.

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