En el corto plazo, la mayor amenaza es la deflación

Por Philippe Waechter, Director de investigación económica de Ostrum Asset Management , filial de Natixis IM

La baja inflación observada en la zona euro se traducirá en una dinámica salarial muy débil. La demanda será débil en tanto las restricciones sanitarias influyan en la actividad. Una situación que no hará posible establecer perspectivas a mediano plazo compatibles con los planes de recuperación. La inflación es la respuesta. En este punto, el gobierno tiene más poder que los bancos centrales.

Las medidas de contención / toque de queda en la zona Euro representan dos tipos de dudas.

La primera se relaciona con el ritmo de la actividad económica. En este punto, en Francia, los economistas y el ministro de Finanzas esperan que el PIB se contraiga en el el último trimestre de este año. La recuperación observada durante el verano no resistió el aumento en el número de infecciones.

La dinámica del empleo se verá castigada. Ya pudimos observar que en septiembre, en Francia, el ritmo de la generación de nuevos empleos calculado por Acoss (la Seguridad Social) se ha debilitado. El aumento en las contrataciones a más de un mes después del fin del confinamiento se detuvo en septiembre tanto en los contratos a corto (CDD) como a largo plazo (CDI).

La segunda duda concierne a la evolución de los precios. Todas las medidas indican que la inflación se está desacelerando muy rápido en la zona euro. La tasa de inflación subyacente en septiembre es de 0.2% y el promedio de inflación* es de 0.28%. Estos dos indicadores están en su nivel más bajo ya que los precios se calculan en la escala de la Euro zona.

En detalle, vemos que los sectores que sufrieron los mayores efetos de la pandemia tienen contribuciones muy limitadas. Por tanto, debido a las medidas restrictivas implementadas para combatir la pandemia y debido a la esperada caída en la demanda, el perfil de inflación no ser revertirá rápidamente.

Y después… ¿podría la deflación ser la respuesta?

Las dos observaciones se relacionan primero con la desaceleración de la actividad y el empleo en las próximas semanas / meses debido a las medidas sanitarias, que van a restringir la actividad. También se relacionan con el leve aumento en los precios. La combinación de estos dos factores es terrible para el impulso económico. Los empleados tendrán un poder de negociación muy limitado ya que el mercado laboral se verá degradado. La discusión sobre el incremento salarial también se verá limitada por el nivel actual de inflación, que va a representar una referencia para los futuros avances salariales. Incluso si queremos anticipar una mejora en las condiciones sanitarias, la inflación seguirá siendo muy baja y no va encontrar un camino que converja hacia los pronósticos del BCE. En las negociaciones salariales, los convenios de sueldos solo pueden acordarse con un avance salarial lento que no impulse una demanda adicional, que por tanto limite la capacidad de la economía para regresar a una trayectoria auto sostenida.

Esta dinámica deflacionaria volvería a la demanda insuficiente.

¿Qué hay de la política económica?

A medida que surge a través de los diversos planes de estímulos, la política económica permitirá a la actividad recuperar una posición robusta, pero en el mediano plazo. La dinámica de corto plazo simplemente necesita ser lo suficientemente sólida para que la economía pueda alcanzar este perfil de mediano plazo. Al momento, en Francia, reducir los impuestos a la producción, una inversión pública más fuerte o la capacitación son los instrumentos correctos que van a permitir el regreso de un crecimiento robusto que genera empleos.

Sin embargo, en el corto plazo, la deflación es una amenaza y el número de personas afectadas por las restricciones sanitarias será enorme. De acuerdo con el Secours Populaire (una ONG francesa), ya se puede observar el impacto tan negativo del confinamiento en los estudiantes, empleados temporales o trabajadores independientes. Este punto va a regresar al tema de conversación, una pregunta que se harán los jóvenes porque sus empleos se verán deprimidos por tiempo prolongado con el contexto sanitario actual. Esto podría obligar al gobierno a implementar medidas hacia este sector, del tipo RSA para los jóvenes (el subsidio francés no disponible para los jóvenes si no han conseguido empleo) sin la condición de haber trabajado antes.

Con el fin de impulsar la demanda, el gobierno podría crear también una ilusión nominal al modificar las condiciones para indexar los salarios. Este efecto inflacionario crearía un impulse a la demanda antes de los efectos del plan de estímulos. Sin esto y por las razones mencionadas, la demanda seguirá siendo débil y no permitirá a la economía estabilizarse a un ritmo más robusto. Todas las partes se arriesgan a perder. Solamente el gobierno tiene la capacidad de elevar la inflación, ese es su trabajo.

__________________________________________________

*La inflación promedio se calcula al retomar los componentes detallados del índice de precios y medir el cambio en el precio de cada uno durante un año. La inflación promedio es el cambio de precio a la mitad de la distribución. Hay tantos productos cuya evolución de precios es más elevada que la media como productos cuya evolución es más baja que esta.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.