Argentina inició el martes en todo el país la aplicación de las vacunas rusas Sputnik V contra el COVID-19, de las que la nación sudamericana recibió 300,000 dosis la semana pasada.
Los primeros en ser vacunados serán los miembros del personal de salud más expuestos a los contagios, de acuerdo con un comunicado del Gobierno, que intenta evitar que una segunda ola castigue con dureza al país tras el verano austral.