La escasez de tanques de oxígeno en la Ciudad de México y el aumento de cuatro veces en los precios del gas que salva vidas están agravando la crisis del coronavirus para los habitantes de la capital, cada vez más afectados.
En el área metropolitana, hogar de unos 22 millones de personas, más de 20 distribuidores de oxígeno médico consultados no cuentan con tanques en stock. Las filas se extienden durante horas en las pocas tiendas con inventario disponible.
Si los compradores tienen suerte, el precio para recargar un tanque de 24 horas puede llegar a costar en algunos más de 3,000 pesos, lo que representa 20 veces el salario mínimo diario que tiene nuestro país.