Cientos de migrantes se instalaron durante la noche en una carretera en el este de Guatemala después de que las fuerzas de seguridad usaran palos y gases lacrimógenos para detener el paso de una caravana con destino a Estados Unidos pocos días antes de que el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, asuma el cargo.
Cerca de 8,000 migrantes, incluidas familias con niños pequeños, han ingresado a Guatemala desde el viernes, dicen las autoridades, huyendo de la pobreza y la anarquía en una región sacudida por la pandemia de coronavirus y huracanes consecutivos en noviembre.
“No hay comida ni agua, y hay miles de niños, mujeres embarazadas, bebés, y no nos quieren dejar pasar, tenemos hambre”, dijo un hondureño atrapado en el bloqueo, que se identificó solo como Pedro.