La crisis hospitalaria por la pandemia de coronavirus sigue poniendo en riesgo la vida de muchos mexicanos, como es el caso de Gonzalo Balderas, a quien se le ha negado la atención en la Clínica 48 San Pedro Xalpa del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Azcapotzalco pese a tener 64 años y padecer diabetes. 

El dolor de cabeza para la familia Balderas comenzó hace una semana, cuando el padre de familia comenzó a presentar síntomas de la nueva cepa del SARS-CoV-2 y llegó al grado de ver disminuido su saturación de oxígeno, por lo que pidieron ayuda a través del 911. 

Luego de ello un paramédico llegó al domicilio del extaxista, les proporcionó oxígeno y luego indicó a la familia que debían trasladarlo a un hospital cercano, pues su saturación estaba al 70 por ciento. 

No obstante, aquí empezó el martirio pues la ambulancia del IMSS no sólo llegó tres horas más tarde, sino que al llegar las autoridades de la Clínica 48 indicaron que no había camas disponibles para atender al paciente, por lo que lo dejaron a su suerte en uno de los pasillos.

 Sin embargo, al plantear si podían llevarlo a otro hospital se les contestó que tenían que hacerlo pero con sus propios medios, pues el hospital no ayudaría.

“Ningún doctor se ha acercado ni a tomarle los signos vitales, ni a recibirlo y no nos quieren dar la carta de aceptación del paciente, dicen que no es su responsabilidad, que no lo pueden atender […] que busquemos otro hospital a donde llevarlo, pero que tendremos que llevarlo por nuestros propios medios. Nos dejan a la deriva“, dijo Claudia Balderas, hija del paciente con covid-19.

Varado a su suerte en los pasillos del nosocomio, Gonzalo Balderas volvió a presentar una disminución en su oxigenación y fue ahí cuando personal médico se “apiadó” al darle una línea de oxígeno… pero la solidaridad se estancó de nuevo.

“Está conectado a una línea de oxígeno porque hubo una urgencia, pero no lo han recibido. No está en piso, no está en cama, no está siendo atendido porque dicen que no hay espacio”, denuncia su hija, quien además señala que la clínica del IMSS no es equitativa, pues en muchos casos atienden primero a quienes llegan a pie y no a través de ambulancias por emergencias. 

Mientras el tiempo sigue pasando la incertidumbre para la familia Balderas aumenta, pues tampoco tienen recursos ya que la pandemia también los dejó sin trabajo.