Las ganancias de Royal Dutch Shell el año pasado cayeron a su nivel más bajo en al menos dos décadas debido a que la pandemia de coronavirus golpeó la demanda de energía en todo el mundo, aunque la red minorista y el negocio comercial de la compañía ayudaron a amortiguar el golpe.
Las ganancias anuales de la petrolera angloholandesa se desplomaron un 71% a 4,800 millones de dólares debido a que su producción de petróleo y gas y las ganancias de la refinación del crudo en combustibles cayeron abruptamente.