Renault perdió 8,008 millones de euros en 2020, el peor resultado de su historia, en buena parte a causa de su socio Nissan, aunque la situación empezó a mejorar en la segunda mitad del año, con lo que la dirección muestra una esperanza prudente sobre los efectos de su plan estratégico.
“La resurrección ha empezado”, señaló el consejero delegado, Luca de Meo, en la presentación este viernes de unas cuentas anuales marcadas en primer lugar por el lastre de 4,970 millones de euros de Nissan, en el que Renault es el primer accionista.