Funcionarios chinos dijeron el lunes que H&M de Suecia y otras empresas extranjeras no deberían hacer movimientos precipitados o entrar en la política después de que las empresas plantearan su preocupación por el trabajo forzoso en Xinjiang, lo que provocó una furiosa reacción en línea y boicots.

H&M, Burberry, Nike, Adidas y otras marcas occidentales han sido golpeadas por boicots de consumidores en China desde la semana pasada por comentarios sobre su abastecimiento de algodón en Xinjiang. La creciente brecha se produce a medida que los Estados Unidos y otros gobiernos occidentales aumentan la presión sobre China por sospechas de abusos de derechos humanos en la región.

“No creo que una empresa deba politizar su comportamiento económico”, dijo Xu Guixiang, portavoz del gobierno de Xinjiang, en una conferencia de prensa el lunes por la mañana.