Cuando la empresa de entrega de alimentos Deliveroo se una al mercado de valores de Londres el miércoles, será la mayor cotización de Gran Bretaña en una década, a pesar de que algunos de los principales inversores del país, por un valor de más de 1 billón de dólares entre ellos, brillarán por su ausencia.
El ministro de Finanzas británico Rishi Sunak ha elogiado la decisión de la compañía de salir a bolsa en Londres como una “verdadera historia de éxito tecnológico británico”, y dijo que espera que establezca el escenario para más listados por parte de empresas de tecnología de rápido crecimiento.
Pero la fuerte demanda de la salida a bolsa -se suscribió completamente a las pocas horas de la apertura de la cartera de pedidos- se ha visto eclipsada por quejas sobre su estructura de acciones, preguntas sobre posibles problemas legales para su modelo de negocio de economía colaborativa y la amenaza de huelga de algunos de sus trabajadores.