La FED, ante el difícil reto de no contribuir aún más a la escalada en las tasas de interés de bonos de largo plazo – Análisis

Este miércoles 17 de marzo concluye la reunión de política monetaria de la Reserva Federal de EUA. A la 1pm se da a conocer el comunicado con los resultados del encuentro, así como las nuevas previsiones económicas y financieras del organismo. Posteriormente, a la 1.30pm, su presidente Powell ofrecerá una conferencia de prensa para profundizar en la decisión.

Los recientes acontecimientos de especulación sobre un sobrecalentamiento de la economía estadounidense y posibles presiones inflacionarias, han provocado una escalada en las tasas de interés de bonos de largo plazo. Así, los operadores buscan presionar a las autoridades monetarias a una actuación concreta a través de medidas que contengan estas subidas de tasas y al mismo tiempo que sostengan el hecho de que los estímulos monetarios no se moverán en un tiempo prolongado.

Este fenómeno se ha convertido en un serio motivo de inquietud para la mayoría de los bancos centrales, ya que supone una amenaza para el objetivo de asegurar un coste de financiación lo más asequible posible, imprescindible para la recuperación económica. También para los inversionistas, ya que está generando fuertes reacomodos de portafolios de activos financieros.

Así, la FED afronta actualmente el reto de contener el alza de tasas de interés de la deuda soberana. El riesgo de decepción es alto, ya que tendría que pasar de las palabras a los hechos. En días pasados, los operadores han estado muy atentos a lo que ha dicho el presidente de la FED, Jerome Powell. En la última de sus intervenciones, en su testimonio ante el congreso estadounidense, Powell calificó la futura subida de la inflación como “transitoria”, y que la autoridad no está cerca de retirar sus medidas de apoyo monetarios porque aún queda un largo camino por recorrer para garantizar alcanzar los objetivos de empleo. Sin embargo, minimizó las recientes alzas en las tasas de bonos soberanos, lo que provocó una decepción y al mismo tiempo una presión adicional en dichos rendimientos.

Así, hasta el momento, la FED ha respondido ante ese repunte de tasas con el discurso habitual, en el que defiende que el alza de la inflación que descuentan ahora los bonos sería temporal y que aún queda un largo camino para alcanzar los objetivos de empleo e inflación en el mediano plazo.

La autoridad monetaria tiene el control sobre las tasas de corto plazo, son las de mayor plazo las que se mueven anticipando movimiento de las tasas de corto plazo en el futuro. El mercado no está convencido que las palabras de la FED se mantengan igual a finales de este año o el próximo, por lo que se cubre y reacomoda posiciones.

Así, se ha desarrollado un aparente conflicto de visiones entre los inversionistas y la FED, misma que ha provocado una alta volatilidad especulativa en los mercados financieros. Niveles muy altos en la tasa de interés de los bonos de largo plazo restan confianza en la política monetaria expansiva de la FED, y perdería su efectividad. Es por eso que consideramos que a estas alturas no le queda más que intervenir directamente en el mercado de bonos de mayor plazo para apagar la especulación y restarle importancia a las cifras de recuperación económica e inflación que se den en los próximos meses.

El margen de actuación de la FED es limitado. Dos acciones podrían ayudar a calmar el mercado de renta fija. Una tiene que ver con regresar la estrategia de operación twist. Con este tipo de operación la FED vendería deuda a corto plazo de su balance para reinvertir la liquidez obtenida en la compra de bonos a largo plazo y así forzar una caída en las tasas de interés a largo plazo.

La otra es el control de la curva de tasas de interés, en la cual se establece un objetivo para las tasas de interés a más largo plazo y para alcanzarlo se utiliza la compra/venta de bonos.

En cualquiera de las dos opciones, incluso con el simple hecho de que la autoridad monetaria mencione que la están evaluando y considerando una posible utilización, sería suficiente para calmar el mercado de bonos y muy probablemente para observar retrocesos generalizados en las tasas de dichos instrumentos.

Con ello, la tasa de bonos de largo plazo de varios países emergentes, junto con el tipo de cambio de sus monedas podrían ampliar su recuperación observada en los últimos días. Bajo ese escenario, el peso mexicano podría intensificar el recorte de pérdidas y apreciarse hacia $20.20 spot.

De lo contrario, si la comunicación no es lo suficientemente clara o si la FED no muestra interés en buscar reducir las tasas de largo plazo, seguramente el rendimiento de los bonos subirá todavía más a máximos del año y con ello, las caídas regresarán para la moneda mexicana. Así, no se descartaría ver un tipo de cambio de nuevo por arriba del psicológico de los $21.0 spot.

El Banco Central estadounidense también actualizará sus previsiones económicas y financieras, en las que se espera un ajuste al alza en el crecimiento del PIB para este año y en la inflación, pero consideramos que no modificaría su perspectiva de cierre de tasa de interés de fondeo para el corto, mediano y largo plazo. En caso de que anuncien algún ajuste en este indicador, también sería un elemento de volatilidad en el mercado cambiario mexicano.

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