Una pared de pétalos de flores estalla en mil fragmentos. Una bola enorme levita en el aire, pasando de rojo a azul y a violeta. Cientos de mariposas se mueven alrededor de una pantalla de diminutas partículas de agua.

Este no es un museo de arte moderno, sino la última creación del colectivo de ingenieros, artistas y arquitectos teamLab de Japón, anclado alrededor de un laberinto de siete saunas iluminadas en tonos de rojo, verde y amarillo.

El grupo de arte digital con sede en Tokio se hizo cargo de un lote vacío en el deslumbrante distrito de Roppongi de la ciudad y durante el último año erigió una carpa gigantesca que alberga las salas de sauna y tres instalaciones de arte inmersivo.