De enero a  marzo de este año, las ventas netas de la empresa Arca Continental reconocida por ser la segunda embotelladora más grande de Coca-Cola, reportó que las ventas netas sumaron 40 mil 475 millones de pesos, principalmente por las reportadas en México y Estados Unidos, lo que se traduce en un 4.1% más respecto a las obtenidas en el mismo periodo del 2020. 

Para México las ventas alcanzaron los 16 mil 561 millones de pesos, un incremento del 9.4% anual, apoyado en un alza de precios, pues el volumen sólo se impulsó en 2.2 por ciento anual en el primer trimestre con 226 millones de cajas.

Mientras que en volumen, Arca continental vendió 514.1 millones de cajas, es decir, un incremento del 0.8% anual, inyectados por bebidas no carbonatas con expansión del 5.2 por ciento, seguido de cocas con 3.7%, sin embrago, el agua cayó en 9.5 por ciento y los refrescos de sabores bajaron 2.2 por ciento.

En lo que respecta a su flujo operativo (EBITDA, por sus siglas en inglés), la empresa regiomontana reportó que fue de 7 mil 681 millones de pesos, es decir, un 15.7% mayor en comparación a los 6 mil 637 mdp en el primer trimestre del año anterior. Esta cifra, se obtuvo debido a la disciplina del gasto de operación y un alza tanto en volumen como valor de las ventas, principalmente en México y Argentina. 

“A un año del inicio de la pandemia y su impacto en los países en los que operamos, seguimos enfocándonos en mantener un lugar de trabajo seguro para nuestros colaboradores, mientras apoyamos los sistemas de salud y a los grupos vulnerables”, aseveró Arturo Gutiérrez, Director General de Arca Continental.

Asimismo, se ha contribuido a los esfuerzos de reactivación económica mediante el despliegue de iniciativas para ampliar su portafolio de productos, mejorar e innovar modelos de servicio, así como impulsar proyectos estratégicos de sostenibilidad, refirió.  

Par este año, la empresa se enfocará en la recuperación del consumo en los mercados donde tiene presencia y en expandir el alcance de sus iniciativas digitales para enfrentar las nuevas dinámicas y tendencias de consumo, al tiempo de proteger la rentabilidad y liquidez de la compañía con base en su disciplina operativa.