El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, lamentó este viernes la muerte a los 99 años del duque de Edimburgo, quien “inspiró” y se ganó el “afecto” de varias generaciones de británicos.
Su papel como miembro de la familia real ha contribuido durante décadas a que la monarquía británica “se mantenga como una institución indiscutiblemente vital para el equilibrio y la felicidad de nuestra vida nacional”, afirmó el jefe de Gobierno en un discurso frente a su residencia oficial de Downing Street.