Los grandes almacenes, bares y teatros de Japón cerraron el domingo como parte de las medidas de emergencia para frenar el aumento de las infecciones de coronavirus.
La restricción de 17 días para Tokio, Kioto, Hyogo y Osaka se decretó antes de las vacaciones de la “Semana Dorada”, cuando los japoneses suelen viajar mucho.
Hay dudas sobre la eficacia del esfuerzo, que se centra en que los restaurantes y los parques temáticos permanezcan cerrados o limiten el horario. Los trenes y las calles siguen tan llenas como siempre, y las escuelas permanecerán abiertas.