El regulador de salud brasileño Anvisa rechazó la importación de la vacuna Sputnik V COVID-19 de fabricación rusa solicitada por los gobernadores estatales que luchan contra una segunda ola mortal del virus que está golpeando a la nación más grande de América Latina.
La junta de cinco miembros de Anvisa votó unánimemente a favor de no aprobar la vacuna rusa después de que el personal técnico hubiera destacado “riesgos inherentes” y defectos “graves”, citando una falta de información que garantice su seguridad, calidad y eficacia.
Ana Carolina Moreira Marino Araujo, gerente general de monitoreo de salud, dijo que teniendo en cuenta toda la documentación presentada, los datos adquiridos en las inspecciones en persona y la información de otros reguladores, los “riesgos inherentes” eran demasiado grandes.