El dólar permaneció bajo presión el lunes, cayendo a un mínimo de tres años frente al yuan, ya que los datos de actividad económica mostraron que la recuperación de China se había desacelerado, pero se mantuvo en una base sólida.

La economía china se ha sacudido en gran medida la oscuridad de la pandemia COVID-19. Su crecimiento de la actividad de fábrica se ralentizó ligeramente en mayo, ya que los costos de las materias primas crecieron a su ritmo más rápido en más de una década.

El yuan offshore cambió de manos a 6.3553 por dólar, su más alto desde mayo de 2018, incluso si los analistas señalaron que las autoridades chinas parecían estar dispuestas a querer frenar su aumento.