Japón movilizó el lunes médicos y enfermeras militares para vacunar a personas mayores en Tokio y Osaka, en un desesperado intento del gobierno de acelerar su campaña de vacunación y frenar los contagios de coronavirus apenas dos meses antes de celebrar los Juegos Olímpicos.
El primer ministro, Yoshihide Suga, está decidido a celebrar los Juegos Olímpicos de Tokio tras un aplazamiento de un año, y ha hecho la ambiciosa promesa de terminar de vacunar a los 36 millones de ancianos del país para finales de julio, pese al escepticismo de que sea posible.
Las preocupaciones sobre seguridad hacen que muchos japoneses sigan sin vacunar y han provocado crecientes protestas y peticiones de que se cancelen los Juegos, que comenzarían el 23 de julio.