La reunión del presidente Joe Biden con líderes de las principales economías industriales del G7 en una aldea costera inglesa esta semana marcará el comienzo de un nuevo enfoque en reunir a los aliados de Estados Unidos contra adversarios comunes: la pandemia COVID-19, Rusia y China.

Las nuevas variantes de COVID-19 y el creciente número de muertes en algunos países se ciernerán durante la reunión de viernes a domingo, junto con el cambio climático, el fortalecimiento de las cadenas de suministro globales y garantizar que Occidente mantenga su ventaja tecnológica sobre China, la segunda economía más grande del mundo.

Biden, un demócrata, prometió reconstruir las relaciones con los aliados después de cuatro años difíciles bajo el expresidente Donald Trump, que sacó a Washington de varias instituciones multilaterales y amenazó en un momento con abandonar la OTAN.