En menos de una semana, México sumó dos masacres en los estados de Tamaulipas y Zacatecas, norte del país, debido a la creciente violencia y disputas por territorio entre grupos del crimen organizado, que coinciden con el cambio de funcionarios tras las elecciones intermedias del 6 de junio.
El sábado pasado se registraron ataques en diversos barrios de la ciudad Reynosa, Tamaulipas, entre grupos pertenecientes al Cártel del Golfo, que dejaron 19 personas muertas, 15 civiles y cuatro eran presuntos delincuentes