El joven presidente de la pequeña nación centroamericana El Salvador saltó a la fama mundial esta semana después de que su país se convirtiera en el primero en el mundo en adoptar el bitcoin como moneda de curso legal, pero Nayib Bukele no es ajeno a la controversia.

Los fanáticos de las criptomonedas de todo el mundo celebraron cuando su proyecto de ley fue aprobado rápidamente por los legisladores el miércoles, y cuando el líder de 39 años siguió con un plan para extraer energía de los volcanes para alimentar los centros de datos masivos necesarios para acuñar la moneda digital.

La medida no escapó al escrutinio. El Fondo Monetario Internacional rápidamente señaló los riesgos económicos y legales para el uso sin precedentes del bitcoin en la pequeña economía.

Desde despedir funcionarios a través de Twitter hasta entrar en el Congreso con soldados fuertemente armados, Bukele ha tendido a agitar las plumas del establishment desde que asumió la presidencia en 2019.