El mandatario estadounidense Joe Biden y su homólogo ruso Vladimir Putin intercambiaron palabras cordiales y concertaron modestos avances en el control armamentista y la diplomacia bilateral, pero concluyeron el miércoles su reunión en Suiza en gran medida donde la empezaron: con profundas diferencias sobre derechos humanos, ciberataques, intromisión electoral y otras cuestiones.
Ambos gobernantes alcanzaron un acuerdo importante, pero que difícilmente cambiará su relación, para reinstalar a sus embajadores en Moscú y Washington después de que fueron retirados tras deteriorarse la relación bilateral en los últimos meses. Y acordaron comenzar a trabajar sobre un plan para afianzar el último tratado vigente que limita las armas nucleares de las dos naciones.
Sin embargo, en sus tres horas de conversaciones a orillas del lago Ginebra, los dos se mantuvieron firmes en las mismas posiciones en las que habían comenzado.