Aunque el peso adoptará posturas defensivas, la tendencia sigue siendo de relativa estabilidad: Gordillo – Análisis

El peso mexicano sigue muy dependiente de todo lo relacionado a los futuros pasos de la FED estadounidense. A pesar de los altibajos de los últimos días, la cotización se mantendrá en un rango acotado y en sentido estricto se puede hablar de cierta tranquilidad durante el verano.

En este sentido cobraron fuerza las palabras del presidente de la FED, Jerome Powell, ante el congreso estadounidense de la semana. En un momento en el que los inversionistas han empezado a descontar una retirada de los estímulos después de que en la pasada reunión los miembros del Comité de la FED adelantaran a 2023 la primera subida de la tasa de interés de fondeo, el banquero central quiso mandar un mensaje tranquilizador y reiteró la idea de que la inflación es transitoria, reconociendo que tras este notable aumento es probable que la tasa se mantenga elevada en los meses para posteriormente moderarse.

Además, Powell ha querido espantar los temores a una retirada prematura de estímulos por parte del organismo monetario, en particular el programa mensual de compra de bonos, al asegurar que la economía aún tiene “un largo camino por recorrer” para afianzar sus progresos.

Así, el presidente de la FED ha prometido que avisarán con suficiente anticipación de cualquier cambio en sus programas de adquisición de activos.

Si bien sus palabras pueden ser tranquilizadoras para los operadores, las perspectivas son demasiado inciertas por lo que no se descartan episodios de volatilidad y de ligera presión en el precio de los activos de mayor riesgo en el corto plazo. Tampoco ayuda el exceso de precaución expresado por Powell, en el sentido de que la situación económica no necesariamente es lo suficientemente fuerte para mantenerse sin estímulos. Esto genera dudas sobre la recuperación económica.

Como tal, el debate sobre si la inflación es o no “transitoria” no importa tanto como lo que la FED diga que es, al menos ese es el caso por ahora y así han respondido en gran medida los precios de los activos.

Los inversionistas siguen apostando a que probablemente en el simposio de banqueros centrales de Jackson Hole (finales de agosto) o en el encuentro de septiembre pueda haber algún anuncio por parte de la FED sobre una posible ruta hacia el inicio de una reducción del programa de compra de bonos. Hasta entonces, la especulación sobre ello podría estar contenida y los datos serían interpretados como que eventos que difícilmente implicarían un cambio en el discurso de la autoridad sobre sus futuros pasos

Así, con menores preocupaciones al respecto, los operadores se concentran en otros temas como la pandemia de COVID-19.

Después de las mejoras continuas en las expectativas económicas y de salud, por el desarrollo rápido de una vacuna contra la covid-19, que permitiera paulatinamente volver a la normalidad, la variante Delta del virus es ahora la preocupación que trasnocha a los mercados financieros en el mundo. La variante es un 60% más transmisible que las demás, han dicho Naciones Unidas, y, en Europa, puede ser dominante en agosto, donde la disminución de casos que permaneció durante 10 semanas, ya llegó a su fin.

El resurgimiento de casos se está convirtiendo en la amenaza más seria que se ha tenido hasta ahora para poder alcanzar una recuperación económica completa. Esto es, la resiliencia de la pandemia por coronavirus sigue siendo un importante problema para la economía mundial. Los casos están aumentando en Asia: la cifra diaria de casos de Indonesia superó la de India; Singapur alcanzó un máximo de 11 meses; Tailandia reportó el número más alto de contagios desde que comenzó la pandemia y; Tokio, donde se inaugurarán los Juegos Olímpicos este viernes, se confirmaron los primeros casos entre los atletas de la Villa Olímpica. En Europa, el Reino Unido levantó el lunes 19 de julio las restricciones por el coronavirus mientras la cifra de casos en el país registra el mayor aumento de casos diarios con la variante Delta en el mundo. Los casos en Estados Unidos aumentaron más de 60% la semana pasada y, si bien las hospitalizaciones siguen siendo una fracción del máximo alcanzado, también se están elevando rápidamente.

El temor radica en que la expansión de la variante Delta pudiera llevar a muchas autoridades a reinstaurar restricciones a la movilidad y actividad económica, a pesar de que sea evidente que en esta “nueva ola” del virus se ha roto la correlación entre casos positivos, hospitalizaciones y defunciones. No obstante, los políticos suelen apostar por lo seguro, sin querer asumir responsabilidades que luego puedan lastrarles sus expectativas electorales, por lo que “la tentación” de volver a limitar la movilidad de las personas y la actividad de muchas empresas es elevada, aunque, de momento, las medidas adoptadas en este sentido están siendo más de tipo “quirúrgico”, con poco impacto económico. No obstante, los inversionistas en la mayoría de los casos se adelantan y por eso es que en ocasiones se registran episodios de aversión global al riesgo, optando por reducir algunas posiciones de riesgo anticipando lo que pueda ocurrir.

Otro tema de atención en la semana para los inversionistas es la temporada de reportes corporativos correspondientes al segundo trimestre del año. En particular, en EUA inician las grandes empresas tecnológicas. Una buena temporada de resultados empresariales podría servir de contrapeso a los episodios de incertidumbre por el tema de la pandemia. Aunque, por ahora, las empresas que han dado a conocer sus cifras en Wall Street (sobre todo bancos de inversión) y que han superado holgadamente las expectativas no han generado grandes ajustes en los portafolios de inversión. Finalmente, los mercados seguirán con la resaca de lo que sucede en el precio internacional del petróleo. El mercado no ha dado su visto bueno a la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de aumentar la producción de crudo a partir de agosto. La medida, anunciada el domingo 18 de julio, se ha traducido inicialmente en una jornada de fuertes caídas que superan el 6% y que la convierten en la peor sesión para el crudo desde marzo. Después de que, a principios de mes, la OPEP y sus aliados no llegaran a un acuerdo, este domingo sí lo consiguieron y decidieron reducir de manera paulatina los recortes de producción acometidos por los efectos de la pandemia y recuperar los niveles de 2019.

Comentario final

En sesiones con escasas referencias económicas y financieras, el peso mexicano probablemente adopte posturas más defensivas ante el aumento de los contagios de Covid-19 por la propagación de la variante Delta y las posibles consecuencias que todo ello puede tener sobre la recuperación económica. Sin embargo, esto no implicaría un cambio de tendencia, por lo que es probable que en gran medida se ubique alrededor de $19.90 spot en lo que resta del mes de julio.

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