Después de más de un año de trabajo a domicilio, los inversores inmobiliarios están apostando a que la demanda de espacio de oficinas en Europa aumentará a medida que se implementen las vacunas COVID-19 y la gente regrese al trabajo.

Los volúmenes globales de arrendamiento de bienes raíces de oficinas cayeron un 31 % en el primer trimestre en comparación con hace un año, según el corredor inmobiliario JLL, aunque Europa demostró ser más resistente que Estados Unidos.

“La percepción de que la oficina ha terminado es completamente absurda”, dijo Keith Breslauer, socio gerente del inversor inmobiliario europeo Patron Capital.