Más de 2,000 millones de dólares dependen de esa cuestión cuando comienza un juicio el lunes. Los accionistas alegan que Musk utilizó su control de Tesla para obligar a la compañía en 2016 a rescatar SolarCity, salvando al fabricante de paneles solares – y la inversión de Musk en la compañía – de la quiebra.

Los fondos de pensiones del sindicato y los administradores de activos que lideran el caso quieren que Musk devuelva a Tesla el costo del acuerdo de 2.6 mil millones de dólares y degüelle las ganancias de sus acciones de SolarCity. Si ganan, sería uno de los juicios más grandes contra un individuo.

El juicio de dos semanas en el Tribunal de Cancillería de Wilmington, Delaware, se reducirá a si Musk, que poseía alrededor del 22% de Tesla en el momento del acuerdo, es ese raro accionista controlador que no tiene una participación mayoritaria.